Argentina - México, una prueba de carácter
Tras cuatro días de espesa tensión, la selección nacional se medirá ante el México de un viejo conocido, ni más ni menos que su exentrenador, el Tata Martino, en lo que será un duelo clave para conseguir un lugar en los octavos de final de la Copa del Mundo.
La derrota en la Copa América 2019 ante Brasil marcó un antes y un después en la selección argentina para que Scaloni, como en la placentera bajada que tienen los 15 kilómetros previos a llegar a San Martín de Los Andes en la Ruta de los Siete Lagos, conduzca en la selección argentina a un convencido grupo de jugadores durante tres fructíferos años. Tanto es esto así, que los propios protagonistas marcaron aquel suceso como la piedra fundacional de un cambio tanto en juego como en unión de grupo. Tras esto, la derrota del martes ante Arabia Saudita, nada más ni nada menos en el estreno mundialista del joven entrenador, fue la primera cortando un prolongado invicto de 36 partidos.
Lejos del documental de Copa América 2021, los humores de la concentración argentina en Qatar University atraviesan un momento inédito en este ciclo: por primera vez, la ansiedad gobierna el ambiente. Lo sucedido en el debut fue un baldazo de agua fría: la sorpresa por el resultado ante un rival de menor jerarquía, la imposibilidad del entrenador de preparar una respuesta efectiva ante la adversidad y la falta de ritmo - por cansancio o por exceso de confianza- fueron síntomas claramente visibles.
“No vamos a cambiar nuestro estilo de juego por lo que pasó el martes con Arabia Saudita”
Breve comentario sobre esta declaración, habría que ver en realidad si el estilo de juego elegido frente a los saudíes fue el de siempre o si fue esta la excepción respecto de lo que vimos en este último tiempo. Dicho esto, la charla que se vio en el entrenamiento a puertas abiertas de anoche, entre Scaloni, Messi, De Paul, Paredes, Papu Gómez y el preparador físico de la selección, Luis Martín, da la pauta de que habrá algunos cambios para hoy.
En cuanto a lo físico, Cuti Romero -de mala performance en el primer gol árabe del martes- estaría afuera del equipo y lo acompañarían, por decisión táctica, Molina Lucero, Tagliafico, Paredes y Papu Gómez. Por lo que el equipo cambiaría a toda la defensa menos a Otamendi, con los ingresos de Montiel, Lisandro Martínez y Acuña; y modificaría el triángulo central sumando a Guido Rodríguez, que dará la posibilidad de tener un mediocampista central que se incruste entre los centrales sin pelota para ocupar espacios, y a Enzo Fernández de tercer volante, buscando un rol asociativo más parecido al de Lo Celso que al que tuvo Papu en el 4-2-4 del martes.
La selección de Scaloni ya se enfrentó al México del Tata en Estados Unidos en septiembre de 2019. Ganó 4-0 sin despeinarse y fue la única derrota de Martino en sus primeros 19 partidos. Por su gran fortaleza en la asociación entre laterales y extremos, los aztecas se debaten entre su clásico 4-3-3 y una posibilidad que se rumoreó en las últimas horas, sacrificar al nueve para poner una línea de 5, apostando a encontrar mal parada a Argentina y aprovechar mediante transiciones rápidas.
Argentina terminó la primera fecha última de su grupo y está prácticamente obligada a ganar ante México y Polonia si quiere llegar a los octavos. La copa del mundo no perdona y, si bien lo positivo es que este grupo ya lo sabe, queda saber si el golpe del debut podrá ser capitalizado por Scaloni, Messi y compañía para corregir y redireccionar el rumbo del barco o si el precio de la advertencia fue demasiado caro. Apenas un rato falta para la hora de la verdad y este grupo de hombres al mando de Scaloni como entrenador y de Messi como líder futbolístico están ante la prueba de carácter más trascendental de todo el ciclo.