CAPITAL FEDERAL – Sergio “Chiquito” Romero tiene varios récords en su haber como arquero de la Selección. De hecho le sacó el puesto de número uno en presencias al gran Pato Fillol, su maestro y quien lo descubrió. Pero, al igual que Messi, entregaría todas esas marcas por levantar la Copa esta noche, por cortar la sequía de 23 años sin títulos. Chiquito Romero ya es uno de los referentes de la Selección, por ascendencia en el grupo, por personalidad y porque en los momentos difíciles siempre pone el pecho.

Sergio es un ejemplo de cómo debe entrenarse un profesional. Observar cada práctica de la Selección desde cerca en estos 25 días en Estados Unidos deja en claro que el guardameta se mata en cada entrenamiento. Nunca descansa, sólo un poco tras los partidos. Pero después hace ejercicios específicos con Gustavo Piñero, el entrenador de arqueros, y con Mariano Andújar y Nahuel Guzmán. Realizan horas extras, se van siempre últimos o llegan siempre primeros. Y ahí vuelan de palo a palo, saltan la soga y se revuelcan. El micro ya se fue con los jugadores de campo, pero ellos siguen ahí, embarrándose. Y ese es el momento donde el arquero titular, los dos suplentes y Piñero se juntan para esa postal a pedido de Olé.

Foto: OLÉ

Primero se cambian la ropa sucia, luego se juntan, al final se cargan. “Las cosas que hay que hacer para que Gustavo salga en el diario”, dice Chiquito y todos se ríen. Mariano y Nahuel, a pesar de no haber jugado ni un minuto, muestran una buena onda. “Y eso que éste siempre nos mata, ja”, dicen a dúo los nacidos en Racing y en Huracán. Se quedan un ratito para las fotos y luego se suben a la camioneta que los llevará al hotel, donde a Romero lo espera su mujer Eliana Guercio y sus hijas Jazmín y Chloe.

“Las sensaciones son las mejores. Creo que en las dos finales anteriores hicimos todos los méritos para ganarlas y no se nos dio. Y el haber llegado a otra final marca que estamos enteros, que la Selección está bien, que agarró la idea del Tata de jugar a la pelota y tratamos de hacerlo dentro del campo de juego. Y que por tercer año consecutivo volvemos a llevar a la Selección a una final es muy importante”, dice Sergio.

-¿Qué te genera tanta ilusión?

-Cuando veo lo que hacen mis compañeros dentro del campo, ya me ilusiono solo. Trataremos de seguir en la final con lo mismo que veníamos haciendo.

-¿Cambió mucho el equipo con respecto a la Copa América 2015?

-El equipo maduró y creció en este año posterior a la Copa 2015. A Chile no llegamos con un trabajo como el que tenemos ahora, ya con dos años encima con el mismo entrenador.

-Pero sí repiten la final.

-Esta vez llegamos a la final de otro modo, con un equipo que funciona mucho mejor en todas las líneas, que está más tranquilo porque sabe a lo que juega y porque tiene variantes y compromiso para presionar, desde los delanteros. Eso ya te habla de cómo está el equipo.

-¿Vos también aprendiste a interpretar mejor la idea del Tata y a salir jugando desde abajo?

-La diferencia la hace el tiempo que te tomás para ver qué jugada conviene. No es sólo una cuestión mía sino de todo el equipo, que está más aplomado, te da diferentes posibilidades de salida. Antes, por ahí, eso no estaba tan entrenado y para evitar problemas yo elegía sacarla en vez de aprovechar una salida por abajo. Cuando los compañeros te ayudan de la manera en que lo están haciendo ahora, seguro que estás más tranquilo.

-¿Cuál es el secreto de este grupo que por tercera vez llega a una final en tan poco tiempo?

-Todos están pendientes del compañero, de tapar los huecos del rival. Nuestro objetivo era estar en la final y ahora nos vamos a preparar de la mejor manera, sin regalar nada. Vamos a dejar la vida. Tenemos un sueño que es salir campeones y por eso intentaremos ser un equipo compacto, que jueguen todos, que defiendan todos, que todos se maten por el compañero.

-¿Están haciendo un trabajo especial por si se da nuevamente una definición por penales?

-Dios quiera que no haya penales y que podamos festejarlo antes. Pero como siempre vamos a estudiar a los pateadores.

-Ya te dio buen resultado contra Seijas...

-Siempre miramos y analizamos todo lo que se puede del rival: penales, tiros libres, cómo definen los delanteros. En el caso del penal de Seijas me alcanzaron el detalle, vimos que había picado el penal en un partido importante contra Huracán por la Sudamericana y que lo había hecho también para su equipo. Así que cuando agarró la pelota, era decidir qué hacer en ese momento, tratar de esperar y reaccionar con el cuerpo adonde fuera la pelota. En un penal, la pelota tiene que estar muy bien direccionada para que no llegues a ir por ella.

-¿Creés que esta noche por fin se les dará?

-Esperamos que la tercera sea la vencida...

Fuente: OLÉ

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