BUENOS AIRES - Marley sabía que la pregunta llegaría en algún momento. Y llegó: su hijo Mirko le preguntó por primer vez por su mamá. El conductor de "Por el mundo" (Telefe) tenía decidido contarle al niño la verdad sobre su concepción y nacimiento desde que eligió ser padre mediante el método de la subrogación de vientre de modo tal que estaba preparado para cuando tuviera que abordar el tema.
Mirko nació el 27 de octubre de 2017 y antes de que se suspendiera el ciclo escolar a causa de la pandemia de coronavirus, había empezado a ir a un jardín. Fue justamente allí donde le preguntó a su papá acerca de su madre. "Hubo un pequeño primer intento -contó Marley en una entrevista con la revista "Gente"-. Estábamos en el jardín y uno de sus profesores dijo: ´Pídanles a mamá y a papá que los ayuden con esto´. Entonces, él me miró: ´¿Y mamá?'. No, vos tenés papá. Yo soy tu papá".
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Convencido de la decisión que tomó mucho tiempo atrás, Marley añadió: “Siempre iré con la verdad, la única manera de explicar su llegada al mundo y de que entienda lo deseado que fue. Él tiene toda la historia contada y con imágenes sobre quién es la donante de óvulos, de algún modo, su mamá biológica. Y cuando quiera, podrá ver las fotos de ella, la de su tío, y la de sus abuelos rusos”.
En la misma entrevista, Marley dijo sobre Mirko: “Está muy curioso, con ganas de aprender todo y una capacidad que me asombra. Debo ser honesto, yo lo incentivo mucho. Ya dice sus palabras en inglés y en alemán. De hecho, si ve algún dibujo animado lo hace en esos idiomas. Como cuando cantamos juntos o hacemos las actividades que recibe todos los días de su maestra a través del jardín online”.
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En cuanto al modo en el que van llevando estos días de cuarentena, el papá de Mirko declaró. “No veo la hora de que vuelvan las clases y disfrutar de esa experiencia, de esa compañía. Levantarnos a las siete, ir charlando en el auto. Me gusta entrar con él al colegio, verlo interactuar con sus amigos”.
Pero por ahora, es tiempo de cuarentena y Marley se las ingenió para que el pequeño Mirko comprenda por qué debe quedarse en casa. “Es cruel la idea del encierro para un niño, una frustración muy grande que se extiende cada vez más -planteó-. Él quiere salir. Su idea más cercana de maldad es el mosquito. Entonces, le expliqué que el coronavirus es un bicho que está afuera y que debemos esperar a que se vaya para poder volver a salir”.
“Nosotros vivimos en un barrio cerrado en el que seremos no más de cincuenta personas -detalló Marley-. Hay cero riesgo en caminar dos cuadras… Al menos, deberíamos contar con la flexibilización como lo hacen las familias en Capital. Sería un alivio importante para los chicos”.