(ADNSUR) - El periodista Jorge Lanata, luego de hablar despectivamente de la joven pasante en Avellaneda de 18 años, que se vacunó contra el coronavirus, tuvo un cruce con la colega Marina Albisu, editora de género del canal Todo Noticias y ahora se justificó e insistió: "Fue un chiste. No una expresión de admiración".

Lanata se había referido así a Stefanía Purita Díaz: “Dije, qué lindo culito tiene la becaria de Ferraresi".

"Fue un chiste. No una expresión de admiración. Si alguien me pregunta a mí, no me gusta ese estilo de mina exuberante. Nunca me gustó. No dije qué lindo culito con una connotación sexual”, aclaró.

Este miércoles, en el comienzo de su programa de Radio Mitre, Lanata habló luego del intercambio que tuvo al aire con la editora de género de TN, Marina Abiuso.

“En la cultura de la época o, al menos en una parte de la cultura de la época, lo que dije no queda bien. Saben qué, no me importa. No sé si me ubican. Pero en mi carrera nunca fui defensor de lo políticamente correcto”, dijo.

Este fue su editorial del miércoles completo:

"En el fondo creo que es la parte más frívola de la discusión, hablar del culito. Creo que hay algo más importante que tiene que ver con la policía del pensamiento. También sobre el discurso políticamente correcto y en qué casos se puede hablar. De qué manera tenemos libertad de pensar. Yo quería leer lo que leí ayer en TN. El culito, las vacunas y la muerte, se llama", añadió.

Y continuó:

"Los medios hablan en las últimas semanas de vacunación vip y vacunación militante como si fueran dos cosas distintas.

Los vacunados vips se ocultan, a excepción de Verbitsky, que lo contó para evitar que al día siguiente lo publicara Clarín. Los militantes vacunados se enorgullecen y los publican en redes haciendo la “V”.

La vacunación vip y la vacunación militante no son dos cosas distintas. Son lo mismo. Son la vacunación de privilegio.

Los funcionarios y adherentes al Gobierno tienen más derechos que el resto de la población. O sea, tienen derecho a vacunarse antes.

Cuando estalló el escándalo de vacunación vip el Gobierno deslizó una excusa que buscaba bajarle el tono y que fue ingeniosa. Dijeron que “algunos se adelantaron a la cola”. Yo siempre estuve en contra de esta idea. Dicho así, parece inocente: “se colaron”. ¿Quién podría decir que esto es grave? Colarse, en el fondo. No es así, es mentira que se colaron. Para algunos, directamente, no hubo cola. No hubo cola.

Algunos dicen, para qué tanto escándalo con esto de las vacunas, que ya están podridos.

Yo no quiero sonar dramático, pero el asunto es que hay gente que se muere. Perdón por decirles esto. O sea, en el grupo de riesgo la gente se muere.

Yo creo que el Gobierno se equivocó en vacunar a los docentes, sin hacerlo antes con los grupos de riesgo. Porque hay muchos docentes jóvenes cuando hay personas en grupos de riesgo que se puede morir.

Toda esta discusión quedó eclipsada anoche por un mal chiste o, en todo caso, una observación menor.

Anoche hablamos de la vacunación de privilegio a una chica de 18 años militante de [Jorge] Ferraresi y becaria del municipio de Avellaneda. Ya todos saben que la chica miente en su currículum y dice haber estudiado en Harvard cuando tiene 18 años. También expresa su admiración, lealtad y cariño hacia Ferraresi.

Yo creo que los cuerpos no son neutros. Los cuerpos comunican. Las actitudes de los cuerpos comunican.

Dije que nos detuviéramos un minuto para ver qué comunica esa foto de perfil con la camiseta de Racing de esta chica de 18 años. Frente a esa foto yo hice un chiste que puede ser demodé o fue políticamente incorrecto o, a lo mejor, fue idiota.

Dije, qué lindo culito tiene la becaria de Ferraresi. Fue un chiste. No una expresión de admiración. Si alguien me pregunta a mí, no me gusta ese estilo de mina exuberante. Nunca me gustó. No dije qué lindo culito con una connotación sexual.

En la cultura de la época o, al menos en una parte de la cultura de la época, lo que dije no queda bien. Saben qué, no me importa.

No sé si me ubican. Pero en mi carrera nunca fui defensor de lo políticamente correcto. Nunca me ordené alrededor del pensamiento que me ordenara nadie.

La polémica alrededor de un tema menor se dio en las redes. Me parece importante decir que las redes son solo una parte de la opinión pública. No son la opinión pública y mucho menos es el pueblo.

Para darles un dato. Twitter, solo es medio punto del aire. O sea, un montón de gente sin vida propia se dedica a opinar en la puerta de un baño público que se llama Twitter.

Yo no pido que le prohíban opinar a nadie. Yo les pido que no me prohíban a mí la posibilidad de decir también lo que yo quiera.

Saben qué, yo tengo derecho a hacer mil chistes malos y ustedes tienen derecho a no verlos o a criticarme por lo que le dije.

¿Es un chiste fuera de época el que hice? Ok. Que alguien por decreto me diga cuál es esta época.

Yo respeto y reivindico, desde hace mucho tiempo los derechos de todas las personas. No solo los de las mujeres. También el de los hombres.

Es loco. Puedo opinar sobre un cuadro, sobre el mercado común europeo o un puente. Pero no puedo hacer un chiste malo u opinar de un culo ajeno. Es raro, ¿no?

Las mujeres, en charlas privadas, opinan sobre los culos de los hombres. ¿O no es así?

Los hombres, por supuesto que somos más torpes, opinamos en público sobre el culo de las mujeres.

Yo no sé si sirve retroceder a esto. Pero el culo de las mujeres, atávicamente, significó para el hombre al verlo la mayor o menor posibilidad de la mujer de reproducir.

El hombre en el pleistoceno dibujaba a las mujeres con culos y tetas grandes, casi sin cuerpos, porque lo que estaban viendo era la posibilidad de reproducirse. Yo creo que de ahí viene el interés de los hombres por el culo de las mujeres.

Yo desconozco, tal vez las mujeres me puedan decir, por qué a ustedes les interesa el culo nuestro. No tengo idea.

Toda esta discusión sería menor y anecdótica, si en el fondo no estuviéramos hablando sobre otra cosa, que es lo que me parece interesante para discutir. Que es la libertad sobre pensar y hablar. Sobre todo, quién tiene derecho a imponernos esos límites. Vuelvo al foco, estamos discutiendo una cosa menor en lugar de escandalizarnos porque una joven militante de 18 años se vacunó, dejando sin vacuna a una persona de los grupos de riesgo.

Volvamos un segundo a la foto, la que mejor entendió este asunto es la mujer de Ferraresi. Como es jefe del municipio, decidió echar a la chica. Ella sabrá sus motivos. Una lástima. Era una chica con un lindo culito".

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