“Hace 22 años que estoy juntando cosas acá. No fue de un día para el otro, todos los días estoy acomodando, limpiando, y sigo”, dice Jorge Quispe, un hombre que hace dos décadas se radicó en Comodoro Rivadavia y ahora abrirá “Los Recuerdos”, un museo de ramos generales que invita a viajar en el tiempo. 

El último jueves, Jorge recibió la habilitación que le permite poner en funcionamiento el espacio, y no puede ocultar su felicidad. “Después de tantos años, tantos años de persistencia y persistencia, ya tengo el papel. Ahora el objetivo principal es que la ciudad lo conozca”, dice a ADNSUR, que visitó "Los Recuerdos" ese mismo día.

Un viaje al pasado: el hombre de Km 8 que colecciona objetos antiguos hace 22 años y abrió un museo de ramos generales

Los Recuerdos está ubicado en Código 2460 de Standard Norte -Las Maras 226, según indica la nomenclatura municipal-. Allí está la casa de Jorge, un hombre de Jujuy que llegó a la ciudad hace 22 años, trasladado por el Ejército Argentino, y nunca más se fue. 

En la actualidad es suboficial principal y presta servicios en la Base Logística 9, más conocida como el Batallón Logístico 9, aquel que tuvo una activa participación en la Guerra de Malvinas.

Asegura que se siente más comodorense que jujeño, pero tampoco se olvida de sus raíces, aquellas que dejó a los 18 años cuando fue a estudiar a la Escuela de Suboficiales del Ejército General Lemos, hoy llamada Sargento Cabral.  Allí fue donde Jorge comenzó su carrera militar,  y tras un paso por el Batallón de Arsenal 602 en Boulogne, llegó a Comodoro Rivadavia. 

Por ese entonces, Jorge ya había conocido a María de los Ángeles, su esposa, quien lo acompaña en este hermoso hobby de coleccionar objetos antiguos, y quien de alguna forma lo sumergió en esta pasión.

“Todo esto comenzó cuando comencé a salir con mi señora. Mi suegro hasta el día de hoy tiene un Ford A y eso me llamó la atención y comencé a dedicarme al rubro. Comencé con algo chiquito, pero hoy tenemos más de 500 cosas, todas con un valor sentimental o un valor económico, porque estas cosas también valen”, dice con emoción.

"Los Recuerdos" es un verdadero túnel del tiempo al pasado. Desde afuera parece una casa común, excepto por un Ford A de 1929 que se encuentra en el frente del patio, allí donde habitualmente se estaciona el auto nuevo. Al cruzar el portón, solo se ve un pequeño letrero con el nombre y una farola, pero una vez adentro, en el túnel, comienza el viaje.

A la derecha, un portón delimita el taller de autos antiguos que formó Jorge. Allí descansan los restos de tres autos que datan de entre 1908 y 1931, con sus repuestos originales y motores originales. A la izquierda, comienza a tomar forma un hot rod; un auto con chasis antiguo y mecánica moderna. Pero la sorpresa está al frente. Al cruzar una puerta negra, que bien podría ser la invitación a ingresar a un galpón, se abre un mundo nuevo, que transporta, conmueve y asombra.

Un viaje al pasado: el hombre de Km 8 que colecciona objetos antiguos hace 22 años y abrió un museo de ramos generales

Con tango de fondo, y tonos rojos que aporta el paso de la luz a través de las cortinas, entrar a la sala principal es como sumergirse en un pequeño lugar de San Telmo, un viejo bar donde las mesas de juegos predominan y los manteles a cuadros otorgan el lujo ideal, equilibrado con un viejo cenicero de metal de una reconocida marca de aperitivos; de esos de antes, que tomaban los grandes. Es que en ese mundo no hay lugar para el gin, la cerveza artesanal o la telefonía celular. Es todo manual, mecánico y resistente. 

Así, se pueden apreciar metegoles de los años 50 y 60, un villargol con hongos, maquinas registradoras, imprentas, teléfonos y hasta un gigante surtidor de combustible que alguna vez estuvo instalado en el Chaco. También hay piedras de afilar de 1910, una picadora de carne antigua y hasta un vaporizar enlosado. Por supuesto, no faltan las ollas ni las planchas de hierro. Como debe ser una guitarra descansa sobre una silla, y predominan los sifones de cabeza de plomo. El toque final lo dan los tres rincones predilectos que funcionan en el viejo local: el Ramos Generales, la barbería y la pulpería, cada uno con los detalles de la época y un maniquí vestido para la ocasión esperando a los visitantes. 

Un viaje al pasado: el hombre de Km 8 que colecciona objetos antiguos hace 22 años y abrió un museo de ramos generales

Es imposible no conmoverse con los recuerdos, porque de alguna manera, estos objetos alguna vez formaron parte de la vida de uno. Quizás no en primera persona, pero si en el recuerdo del abuelo, el padre o la madre. 

Y cuando parece que eso es todo, hay más. Una cocina antigua que evoca el rincón de la abuela con un llamador de campana, una heladera Eslabón de lujo, fiambreras de los años 40, y latas, muchas latas de aceite, batata, y hasta el surtidor de galletitas sueltas que se vendían en el pasado. Por supuesto, también hay propaganda y espumadores. Y aún queda el broche final: la habitación antigua, donde se pueden ver marcos antiguos, valijas de cuerina, cuero y madera, y hasta un cochecito de bebé.

Un viaje al pasado: el hombre de Km 8 que colecciona objetos antiguos hace 22 años y abrió un museo de ramos generales

Jorge pensó en todos los detalles. Por esa razón, decoró el baño con artefactos de bronce de la época. Y lejos de detenerse, deja ver que este es solo el principio y ya planifica la farmacia antigua en una segunda planta.

“Esto es algo lindo, hasta ahora han venido muchos familiares y amigos, porque como no está habilitado no quería abrirlo al público. Pero ahora el objetivo principal es que la ciudad lo conozca, que vengan y las cosas los lleven a un viaje en el tiempo. Hay gente que viene y le salen los lagrimones. Vinieron madres de compañeros míos y recuerdan todas estas cosas. Entonces, eso es lindo, y te da más ímpetu a seguir haciendo cosas”, confiesa.

Un viaje al pasado: el hombre de Km 8 que colecciona objetos antiguos hace 22 años y abrió un museo de ramos generales

El coleccionista y restaurador asegura que lo más disfruta del lugar es la “paz que hay dentro de cada uno de los ambientes. Cuando vos entrás acá te lleva a otros años. Tengo objetos preferidos, pero nunca lo digo porque todos tienen su valor, porque acá hay muchos dueños que ya no están”, dice y con la emoción de quien habla de lo ama, asegura que junto a su esposa pasan mucho tiempo en el pequeño museo. “A veces vamos cinco minutos y nos quedamos cuatro horas. Perdés la noción del tiempo porque lo disfrutás”.

Jorge ya fue visitado por las autoridades de Comodoro Turismo, en su momento también tuvo asesoramiento de la Secretaría de Cultura municipal, y ahora le gustaría que las autoridades lo visiten para la inauguración, el próximo 23 de febrero, día del Aniversario de Comodoro Rivadavia.

Ese día espera recibir a los primeros visitantes y armar los primeros recorridos oficiales, grupos de cuatro o cinco personas que quieran apreciar el lugar y compartir con él su sueño, aquel que le transmite a Leonel (16) y Joaquín (12), quienes pueden disfrutar de la magia del pasado en casa, en un pequeño rincón de Kilómetro 8.

Un viaje al pasado: el hombre de Km 8 que colecciona objetos antiguos hace 22 años y abrió un museo de ramos generales
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