COMODORO RIVADAVIA (ADNSUR) – Un hombre de 70 años vive en la calle Juan Manuel de Rosas al 3300 rodeado de agua y barro, pese a que ya pasaron 70 días desde el temporal que azotó a la ciudad y que dejó miles de evacuados y pérdidas materiales, además de cobrarse una vida. Se trata de un hombre que no tiene siquiera calefacción y vive en una pieza, rodeado por otras dos que todavía están inundadas con aguas servidas, con un olor nauseabundo y con posible riesgo de derrumbe, según contó el mismo a ADNSURTeVé. Personal de Salud se acercó a la vivienda este jueves, vacunó al abuelo contra la gripe y otras patologías que podría contraer en tales circunstancias y le acercó guantes, barbijos y medicación contra la leptospirosis. El señor debería abandonar la vivienda en un plazo de 48 horas. Conocé la historia en el video de ADNSURTeVé
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Este jueves por la mañana, médicos de salud municipal se acercaron e interiorizaron de la situación del abuelo. El caso se conoció a través de vecinos autoconvocados.
El hombre vive sin calefacción, perdió todo y en el lugar hay un olor nauseabundo ya que podría haber incluso “animales muertos” en las habitaciones linderas, que permanecen inundadas.
La directora de Enfermería de la Secretaría de Salud, Itatí Taborda, dijo que lo vacunaron contra la Hepatitis B, contra la gripe y con la doble adultos y la vacuna Prevenar 13. Además, le dieron la medicación contra la leptospirosis.
“Desde la Secretaría de Salud, hicimos un rastrillaje por Juan XXIII, Pueyrredón y Laprida viendo cómo está la gente. Ahora el tema es el barro que quedó en varias casas”, dijo la enfermera.
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Añadió que “el problema es que el sr convive en una pieza que quedó en el medio y las dos laterales están completamente llenas de agua y barro; es agua servida porque se juntó la cloaca con el barrio y podría haber animales muertos por acá adentro”.
“Al no tener calefacción no se está secando”, explicó Taborda y contó que “le conseguimos un turno para el médico para el lunes y mañana se hará análisis en el hospital porque tiene presión alta”, contó.
“Acá es chocolate”, dijo el hombre en alusión al barro que aún queda en la casa y advirtió que debido a la humedad que quedó en el lugar hay riesgo de que caigan partes de la construcción.
