COMODORO RIVADAVIA (ADNSUR) - Una pareja de comodorenses, que pidió anonimato ante la situación que tuvieron que atravesar para llegar a Chubut, denunció desorganización, improvisación y autoritarismo por parte del Ministerio de Seguridad que encabeza Federico Massoni.

La pareja integró un grupo de 26 personas que fueron trasladadas a Chubut en dos unidades de pasajeros y sometidas a diferentes maltratos para poder cumplir la cuarentena.

El grupo denunció los atropellos en un documento que dieron a conocer en forma pública y donde denuncian desorganización y autoritarismo por parte del Gobierno.

Según relatan toda la odisea comenzó el viernes cuando fueron traslados a Chubut en dos unidades de pasajeros con autorización del Ministerio de Transporte de la Nación.

Alrededor de las 18:45, las unidades llegaron al puesto Arroyo Verde, que divide Río Negro con Chubut, y comenzó el calvario que deja a “las claras la inoperancia de las autoridades”, indicaron.

En el relato cuentan que en ese momento ya estaba restringido el paso de vehículos a la provincia, a excepción de camiones de abastecimiento de alimentos. Sin embargo, nunca imaginaron que iban a tener que esperar más de 12 horas para entrar a la provincia. 

“El panorama era caótico y sin ningún sentido de humanidad ni de sentido común por parte de los funcionarios policiales que allí se encontraban”, indicaron al respecto. 

En el lugar, según contaron, también "se encontraban otras personas en vehículos particulares con intenciones de acceder a la provincia, entre ellas un matrimonio de avanzada edad, quienes se hallaban colapsados ya que la mujer, insulino dependiente, se encontraba con un cuadro de salud delicado y con dificultades para movilizarse por sus propios medios, por lo cual se inyectaba medicamentos en el vehículo constantemente, encontrándose en el lugar desde hace 2 hs, solicitando insistentemente ser asistida por personal médico pero se le negaba la atención”.

El grupo indicó que fue tanta "la insistencia por parte de todos los que estaban en el lugar que en un momento dado, previo a recurrentes llamados telefónicos a distintas autoridades, se le habilitó el paso” al matrimonio.

SU PROPIA ODISEA

Según indicaron en el documento, en las dos unidades de pasajeros había menores de 1 y 2 años y personas vulnerables. Y al no estar presente el médico que debía revisarlos, como indica el protocolo, tuvieron que quedarse hasta el otro día a las 8:00, una “medida totalmente arbitraria y contradictoria a la luz de lo que se vive pregonando en plena defensa de los derechos humanos”, indicaron.

En su denuncia, el grupo aseguró que los agentes argumentaron “en todo momento que se cumplian ordenes de las máximas autoridades policiales y del ministro Massoni”.

Por esas horas, “el desconcierto era evidente”, cuestionaron, hasta que finalmente habilitaron el paso de las dos unidades para que cada persona sea escoltada por la policía para cumplir con el aislamiento obligatorio. Sin embargo, esto último no sucedió y luego de idas y vueltas fueron traslados al Hotel Deportivo de Rawson, a donde arribaron cerca de la medianoche.

IDAS Y VUETAS EN EL ALBERGUE DEPORTIVO

Según denunciaron, en el albergue deportivo “fueron recibidos por personal policial y jóvenes cadetes de policía que se encontraban sin ningún tipo elementos y medidas de seguridad sanitaria para su resguardo personal”, lo que consideraron inapropiado “dada la complejidad de la situación, ya que iban a ser expuestos a un contacto permanente con personas que debian acogerse al aislamiento”.

Esa madrugada se hizo presente en el lugar un comisario de apellido Cerdá, indicaron, quien les informó que debían permanecer en el lugar hasta que el comité de crisis decida cuales iban a ser los pasos a seguir. Mientras tanto, los aislados pedían la presencia de un médico que cheque su estado de salud.

Pero todo empeoró “cuando después de algunas horas se percataron que en el hospedaje había otras personas alojadas que deambulaban libremente por el lugar, entre las que había mujeres y hombres oriundos de la república de Chile, que oscilaban los 70 y 76 años de edad, con diagnósticos de diabetes, hipertensión y epilepsia, “grupos considerados de riesgo”.

El grupo detalló que también había “gente en situación de calle, mochileros, personas con discapacidades (hipoacusia) y otros que habían infringido el horario de la libre circulación dispuesto por el gobierno provincial; entre ellos la situación de un albañil oriundo de la provincia de Buenos Aires que manifestó que fue interceptado por la policía en la calle cuando buscaba trabajo y fue traslado al hotel sin saber los motivos”.

Según indicó el hombre, ese “era el sexto dia que lo tenían allí encerrado en una habitación”, hasta que fue autorizado a salir al comedor a merendar junto a las “personas de las Traffic que debían realizar el aislamiento obligatorio”.

En el documento el grupo indicó que recién al día siguiente, a las 10:00, se hizo presente personal médico en el lugar que evaluó el estado de salud de cada uno y brindó recomendaciones.

Lejos de terminar el tormento, ese mismo sábado llegó el jefe de Operaciones, quien les informó que debían firmar un acta donde los notificaba que iban a cumplir la cuarentena por 14 días en ese recinto. Sin embargo, era tal la desorganización que luego los superiores le avisaron que habían cambiado la medida y que iban a ser llevados a sus casas.

Sobre este punto indicaron: “para no desentonar y de manera repentina se hace presente en el hotel el ministro de Seguridad Massoni junto al jefe de Policía (Miguel) Gómez y el subjefe de Policía tambien de apellido Gómez, y para sorpresa de todos manifestó que debían prepararse para irse cada uno a sus domicilios para cumplir con el aislamiento obligatorio, pidiendo disculpas a todos por la situación con argumentos que no tienen ningún tipo de justificación”.

Por toda esta situación, los involucrados consideran que “el accionar del gobierno ha sido totalmente irresponsable con falta de profesionalismo, ya que ha puesto en riesgo no a las personas que se trasladaban a sus domicilios para cumplir con el aislamiento obligatorio, sino a todas las personas ajenas a la situación. En primer lugar al personal policial que participó de lo que ellos llamaron ‘el operativo’ porque en ningún momento se les brindó las herramientas y preparación necesaria para resguardar su salud, entregados al azar; y segundo se expuso a terceras personas alojadas en el recinto que nada tenían que ver con el hecho, con el agravante que en su gran mayoría se trataba de personas con alto riesgo de contagio”.

A modo de conclusión sostuvo sostuvieron que es necesario “aceitar los mecanismos entre el Gobierno nacional y el provincial para que no sucedan este tipo de acontecimientos que solo ponen en evidencia la carencia de acciones adecuadas y sostenidas en el tiempo”. 

“En consecuencia, la población chubutense debe saber que su gobierno representado en esta circunstancia como autoridad visible en el ministro de Seguridad Massoni y la plana policial, no se encuentran a la altura de afrontar acciones tendientes a evitar la propagación del virus en su provincia, ya que han incurrido en constantes transgresiones a las normativas dispuestas en el Decreto de Necesidad y Urgencia N° 260/2020, elaborado por Presidencia de la Nación con motivo de la emergencia sanitaria, siendo ellos la autoridad de aplicación en la provincia, donde lejos de hacer cumplir las disposiciones, ponen en riesgo la salud de sus habitantes con el agravante que públicamente comunican acontecimientos que se encuentran lejos de la realidad para llevar tranquilidad a la población”, sentenciaron. 

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