COMODORO RIVADAVIA (ADNSUR) - ¿Cuál es el perjuicio simbólico para Comodoro y su patrimonio histórico que tiene la creación de una gerencia regional de YPF en Las Heras? La pregunta no es retórica y por estos días busca una respuesta concreta.

Al reflexionar sobre la historia y lo que significa quitarle algo a Comodoro es imposible no pensar en la ya desaparecida Guilford y en aquellos años que se trasladaron algunos sectores de esa empresa. Tampoco es posible olvidarse de aquellos tiempos de privatizaciones, cuando YPF quedó en las sombras en la década del 90.

Para contextualizar es necesario recordar lo que sucedió la última semana, cuando la sede de la administración de YPF se vio envuelta en una polémica luego que la gobernadora de Santa Cruz, Alicia Kirchner, confirmó que la compañía estatal de capitales mixtos iba a trasladar su sede a Las Heras.

Luego de idas y vuelta la compañía confirmó que la base continuará en operatividad, pero anunció la creación de una gerencia regional que funcionará por encima de esta central.

Para la investigadora Graciela Ciselli esto no es un dato menor, teniendo en cuenta el valor histórico, edilicio y funcional, pero también simbólico que tiene la administración, y los antecedentes que marca la historia.  

“La administración es un bien patrimonial de la ciudad”, dijo la investigadora en una entrevista con ADNSUR. “El edificio es uno de los espacios funcionales que la empresa estatal construyó como parte de una infraestructura edilicia apropiada para el desarrollo de los sitios de extracción. No solo es importante por su historia, por ser clave en la administración del sistema productivo petrolero de la Cuenca del Golfo San Jorge, sino por ser el primer yacimiento nacional y porque marcó las pautas organizativas que siguieron los otros campamentos petroleros (hoy barrios Diadema, Astra y Km 8) y que hoy se refleja en la ciudad dispersa y multipolar que tenemos. Y cuando vos empezás a romper, a desarmar algunos de esos engranajes del sistema, empiezan a abrirse brechas, entonces hay riesgo de perder esa funcionalidad original y compleja que tuvo la administración general en la cuenca”, agrega.

Graciela Ciselli es profesora y licenciada en Historia. Abogada, especialista en Derecho Ambiental y Tutela del Patrimonio Cultural, entre otras especialidades.
Graciela Ciselli es profesora y licenciada en Historia. Abogada, especialista en Derecho Ambiental y Tutela del Patrimonio Cultural, entre otras especialidades.

Para Ciselli, especialista en Patrimonio y ex integrante de la Comisión Evaluadora de Patrimonio que funcionó hasta el año pasado en Comodoro, el temor de la creación de una gerencia regional por encima de la central es que se vaya descartando atributos que la hacen valiosa, ya que hoy “es un bien patrimonial de gran simbolismo para la comunidad por su historia y su majestuosidad edilicia”, pero además por su operatividad para la petrolera.

Pero para comprender todo lo que significa hace falta repasar la historia patrimonial de la ciudad.

UNA HISTORIA PROTEGIDA A MEDIAS

En Comodoro en la actualidad hay 128 bienes patrimoniales que están protegidos por ordenanza. Se trata de edificios, objetos o lugares que tienen un valor simbólico por lo que representan para la ciudad.

Ciselli lo explica en términos conceptuales. “El Patrimonio tiene que ver con lo que un grupo considera que es significativo por algo: su valor histórico, arquitectónico, ambiental, paisajístico o testimonial. Hay diferentes tipos de valoraciones que hace la sociedad y por eso dice este edificio, este objeto, tiene que ser preservado. Tiene que ver con la comunidad y por qué elige esto. Después hay otro paso que tiene que ver con lo jurídico, que es la declaratoria que dice que un bien es patrimonio y permite su preservación y conservación. Para eso está la ordenanza que lo declara y completa. También podríamos decir que hay una tercera parte que tiene que ver con la gestión de esos bienes, pero no aplica para este caso”, indicó.

En Comodoro desde 1985 se trabaja la protección del patrimonio histórico. Ese año, mediante ordenanza se creó la Comisión Evaluadora del Patrimonio Histórico, Cultural y Natural (CPHCN), encargada de determinar cuáles bienes podían ser considerados patrimonio.

En 1999 se creó el Registro Permanente de Edificios, Sitios y Objetos del Patrimonio Histórico, Cultural y Natural, y en 2014 se dio uno de los pasos más significativos en la materia a través de la ordenanza 11501/14 que declaró cinco barrios como Patrimonio cultural de la ciudad. Hablamos de Kilómetro 5, 3, 8, Diadema y Astra.

Ese año, mediante la ordenanza 11533 también se actualizó la legislación 2625 del 85 y reimpulsó la labor de la Comisión Evaluadora de Patrimonio Histórico, Cultural, y Natural de la ciudad. Esa modificación estableció los alcances e incumbencias de la comisión conformada por profesionales de distintas disciplinas e instituciones. También le dio peso a sus dictámenes vinculantes, en virtud que uno de los objetivos del área era asesorar tanto al Ejecutivo como al Legislativo en la toma de decisiones.

Y finalmente en 2016 se logró proteger los 128 bienes patrimoniales, a través de la sanción por ordenanza del registro de bienes donde cada uno fue inventariado e incluido en el registro.

El Chalet Huergo es uno de los bienes patrimoniales de mayor jerarquía que tiene la ciudad.
El Chalet Huergo es uno de los bienes patrimoniales de mayor jerarquía que tiene la ciudad.

El listado es un tesoro en sí mismo. Desde el archivo fotográfico de Teodoro Nürnberg, la baliza del Cerro Chenque, los bulevares de la Rivadavia, la casa del gobernador, el Chalet Huergo, hasta el Faro San Jorge, la Iglesia Reformada y los cines que construyeron las compañias petroleras. 

Esa protección permitió que ante diversas situaciones, como remodelaciones de edificios o venta de propiedades, como sucedió con el viejo de Cine de Kilómetro 8 que perteneció a Comferpet (Compañía Ferrocarrilera de Petróleo), las edificaciones sean preservadas siguiendo los lineamientos que dictan las ordenanzas y bajo estricta supervisión de la comisión evaluadora.

A lo largo de cinco años, el área intervino en diferentes situaciones, como cuando se quiso demoler el mural de Dolores Ocampo de Morón en el Aeropuerto de Comodoro Rivadavia; ante la ampliación de la estación de Km 5 o cuando se encontró en una empresa una placa por la creación del primer gasoducto que unía Comodoro Rivadavia con Llavallol, provincia de Buenos Aires.

Sin embargo, en julio de 2019, durante la gestión de Carlos Linares, todo el trabajo realizado quedó estancado.

El Concejo Deliberante con una nueva ordenanza desafectó a la comisión, le quitó el carácter vinculante a los dictámenes que emitía y desde entonces no se han nombrado nuevos integrantes y el patrimonio parece estar a la deriva, solo al cuidado de los vecinos que alertan a la Dirección de Patrimonio Municipal ante algún posible daño; como sucedió con el lanchón de Km 5. Es que sin comisión asesora y sin dictámenes vinculantes es casi una utopía plantear el cuidado del patrimonio de la ciudad.

En este sentido, se presenta una dicotomía en la ciudad. Por un lado se defiende discursivamente el patrimonio y se trabajó incansablemente para su protección; y por el otro hoy parece estar todo a la deriva.

Lo cierto es que este patrimonio incluye la herencia de YPF: el Chalet Huergo, el club, los almacenes, su archivo, la ex proveeduría, las gamelas, pero también el legado que dejaron Shell en Diadema y Astra en el barrio homónimo. Cada uno de estos elementos componen esa red administrativa, productiva, educativa, de salud, de ese complejo sistema petrolero.

La herencia petrolera en Comodoro y los 128 espacios que son patrimonios históricos

¿Y CUÁL ES LA IMPORTANCIA DE ESTA HERENCIA?

Consultada por el vínculo histórico que une a YPF con la ciudad, Ciselli indica que desde el descubrimiento del petróleo, en 1907, y particularmente desde la creación en 1910 de la Dirección General de Explotación de Petróleo de Comodoro Rivadavia, se comenzó a organizar el campamento central, pero con el impulso dado por el general Mosconi, a través de la creación de YPF en 1922, este lugar se convirtió en un espacio clave para la organización de la cuenca del Golfo San Jorge

En ese sentido, admite: “A nivel simbólico creo que YPF fue la compañía que desde sus inicios se preocupó por brindarle todo a sus trabajadores y empleados, generando sentimientos, brindando seguridad intergeneracional, creando una identidad ypefiana que ha trascendido hasta el presente. Si analizamos cada campamento de las empresas que han existido y subsistido en el tiempo, vemos que todas tienen una similar organización espacial y funcional: una administración central, hospital, cine, iglesia, talleres, escuelas. Lo que la diferencia a YPF es que simboliza el desarrollo de la industria nacional argentina, ha sido la primera del país, fue la que más ha brindado a sus trabajadores y empleados y ha sido la última desarticulada en los noventa con la privatización, y todo desde Comodoro”.

Sin dudas YPF dejó un gran legado en la ciudad, pero fue un vínculo simbiótico: la Cuenca del Golfo San Jorge le dio crecimiento e impulso a la industria petrolera en el país.

Para dimensionarlo basta decir que en la primera década, cuando creció, creó la destilería de Ensenada y apuntó a la nacionalización de la explotación a través del único yacimiento importante que tenía la compañía. Luego estaba Plaza Huincul.  

Más allá de su legado hoy el funcionamiento de la operadora continúa siendo importante en estas tierras y la creación de una gerencia regional le quitará injerencia, poder e importancia al funcionamiento de la histórica sede.

Por ahora la historia es un capitulo abierto, solo el tiempo determinará qué sucederá con la operadora estatal en la ciudad que la vio nacer.  

- Graciela Ciselli es profesora y licenciada en Historia. Abogada, especialista en Derecho Ambiental y Tutela del Patrimonio Cultural, Master en Derecho Ambiental y Urbanístico, Magister en Antropología Social, Master en Derecho Internacional y Relaciones Internacionales y Doctora en Ciencias Jurídicas y Sociales. Docente investigador en la UNPA y en la UNPSJB. En la actualidad se prepara para presentar el libro: “Comodoro Rivadavia, la construcción de una urbanidad multipolar. 1901 – 1955”, un libro de 340 páginas que analiza el proceso histórico en el cual la ciudad se configuró en torno a dos modelos urbanos: uno que sigue el trazado tradicional de las grillas y el otro que responde a los requerimientos del sistema productivo petrolero.

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