COMODORO RIVADAVIA (ADNSUR / CHEQUEADO) - Circula por WhatsApp un audio acompañado de un texto que sostiene que recientes estudios revelaron que el nuevo coronavirus provoca “una coagulación intravascular diseminada (trombosis) a nivel pulmonar” y que “se demostró que no es neumonía”, por lo que “la forma de combatirlo es con antibióticos, anti-inflamatorios (sic) y anticoagulantes”. Y agrega que, gracias a este descubrimiento, “nunca se necesitará de los ventiladores (respiradores), ni de la unidad de cuidados intensivos”. 

En Facebook, hay varias publicaciones que sostienen lo mismo, así como lo hace esta nota del medio cordobés La Piragua. También esta desinformación fue enviada al correo de Chequeado ([email protected]) para ser verificada.

Sin embargo, si bien se encontraron signos de trombosis en pacientes fallecidos por la COVID-19, esto no quiere decir que la enfermedad no cause una neumonía grave y que los pacientes no necesiten ser hospitalizados en Unidades de Terapia Intensiva ni requieran el uso de respiradores. 

¿Cuál es la diferencia entre la trombosis y la neumonía? Se define a la trombosis como el proceso de formación de un trombo (coágulo) en el interior de un vaso sanguíneo. En el caso de una trombosis a nivel pulmonar, se bloquean las arterias de los pulmones. Mientras que la neumonía es una infección que causa la inflamación del tejido pulmonar. 

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), alrededor de 1 de cada 6 personas con coronavirus desarrolla una enfermedad grave y tiene dificultad para respirar. En estos casos severos de neumonía, algunas investigaciones sugieren que el virus también puede causar una complicación como la trombosis pulmonar.

A partir de un estudio de la Universidad de Cagliari, Italia, basado en una investigación previa hecha con 138 pacientes hospitalizados por coronavirus en la ciudad china de Wuhan, se determinó la presencia de signos de trombosis en el 71% de los fallecidos. Los investigadores concluyen que, así como enfermedades virales como el Ébola pueden inducir trombosis pulmonar, el SARS-CoV-2 podría ser capaz de hacer lo mismo y, a su vez, esto complique aún más el curso de la neumonía.  

 “La trombosis es un fenómeno común a muchas enfermedades, y la COVID-19 no es una excepción. Esto quiere decir que además de muchas manifestaciones clínicas y patológicas se agrega la trombosis. El tratamiento de la trombosis es el uso de anticoagulantes como la heparina”, explicó a Chequeado Daniel Stecher, jefe de Infectología del Hospital de Clínicas. 

Y advirtió que esto no quiere decir que no sean necesarios los respiradores: “Los pacientes siguen necesitando respiradores por insuficiencia respiratoria y lo que se hace es agregar una estrategia terapéutica más, como es la anticoagulación”.  

Pablo Bonhevi, jefe de la Sección Infectología y Control de Infecciones en CEMIC, y parte del grupo de especialistas que asesora al Presidente, aseguró, en la misma línea a Chequeado, que “se puede decir que la trombosis puede ser un evento que se observe al final del cuadro inflamatorio pulmonar y que posiblemente sea el punto final del mismo, lo cual no necesariamente indica que la terapia anticoagulante sea la solución”. 

Además, agregó: “Posiblemente, el potencial freno a todo el cuadro que desemboca en la trombosis sea con alguna medida terapéutica que actúe antes y que evite llegar a esta situación donde la anticoagulación ya no sea de utilidad”.

Por su parte, Flor Pujol, viróloga del Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas, en declaraciones al sitio de fact-checking EsPaja.com, explicó que es cierto que “al parecer el coronavirus está causando trastornos en la coagulación y puede generar entonces graves problemas de trombosis”. Pero añadió: “Causa una neumonía severa, grave y además está causando problemas en la coagulación. Una cosa no sustituye a la otra”.

La OMS incluye a la trombosis como un posible factor de complicación en los casos críticos de la COVID-19 en los protocolos de “manejo clínico de la infección respiratoria aguda grave”. Y, al mismo tiempo, descarta el uso de antibióticos para el tratamiento de la enfermedad ya que “no son eficaces contra los virus, sólo contra las infecciones bacterianas”.

El Ministerio de Salud de la Nación, también elaboró junto a la Sociedada Argentina de Terapia Intensiva una guía de recomendaciones sobre el uso de heparina y corticoides en pacientes con insuficiencia respiratoria aguda por COVID-19; esto es, para pacientes que se encuentran hospitalizados.  

Allí se aclara que “observaciones sugieren que las alteraciones de la coagulación y los fenómenos tromboembólicos son comunes en la enfermedad por COVID-19, pero no existe una demostración definida de que su frecuencia sea mayor que en otras infecciones”.

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