RAWSON (ADNSUR) – El ministro de Educación, Fernando Menchi, brindó detalles sobre cómo se trabaja en el diseño del programa escolar para combatir la drogadicción. Al respecto, sostuvo que el programa no sólo pasa por los contenidos que dan los docentes, sino que se buscar idear actividades para ocupar el tiempo de ocio de los alumnos. Además, indicó que se trabaja con personal no docente para que ayude a detectar el consumo y la posible venta en inmediaciones de la escuela.
El ministro de Educación sostuvo que desde dicha área se diseñó un programa para combatir las adicciones. Al respecto, indicó que “comunicar e informar a los chicos no resultó una estrategia validad a la hora de disminuir el interés en las drogas y el consumo, por lo que apuntamos a trabajar fuertemente con los docentes para poder identificar a las personas y generar más espacios para que los chicos tengan ocupado su tiempo, es decir el ocio productivo, e integrarlo a la trayectoria escolar estas actividades. Es una cuestión fundamental, más allá de tener preventores entre pares”.
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Además, Menchi remarcó en Radio Bahía Engaño que “hay varias estrategias. En el nivel secundario se pensó el uso de los espacios físicos de la escuela para otros turnos, con clubes de ciencia, espacio de arte, olimpiadas de conocimientos, juegos de la Araucanía y deportes, entre otras cuestiones. De esa manera nos permite mantenerlos ocupados”.
Por tal motivo, consideró que “es importante trabajar con los adultos de las escuelas. La idea es incluir también a los auxiliares de la educación porque muchas veces son quienes tienen más contacto con los jóvenes”.
A su vez, Menchi recordó que “en el 2010 se hizo un trabajo muy interesante con el SEDRONAR porque consistía en una capacitación. Ellos nos iban identificando las pautas y contextos de los jóvenes que nos permitía identificar a aquellos que tenían algún tipo de adicción o consumo, y eso generar los mecanismos para analizar todo el entorno. Y una vez identificados, se comunica a la policía”.
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Ante la problemática, Menchi planteó que se “requiere de un cambio social, los cuales son muy lentos y requieren de todos los actores. Y cuando hablamos de educación no solo lo hacemos desde el ámbito escolar, sino que se producen actos educativos en todos lados, desde el seno de la familia hasta los encuentros por fuera de la escuela”. Por eso, planteó que es necesario que “haya un organismo que nos permita articular y orientar todos los esfuerzos en un solo sentido para que el impacto sea mayor”.
