COMODORO RIVADAVIA (ADNSUR) - La demanda para realizar análisis de anticuerpos en sangre, por parte de aquellas personas que ya atravesaron cuadros de COVID 19, se ha observado en forma creciente durante las últimas semanas en Comodoro Rivadavia. Si bien no se pretende poner en tela de juicio a este tipo de estudios, surgen preguntas inevitables.

¿Son útiles sus resultados, en cuanto al tiempo de inmunidad o posibles nuevos contagios? ¿En qué casos es recomendable realizarlos? ¿Se justifica el pago de un valor que puede ascender hasta los 2.500 pesos, en una práctica que no tiene cobertura de obra social ni es reconocida por el sistema público, salvo excepciones? Las respuestas encontradas para este informe exclusivo de ADNSUR permiten descubrir también otros aspectos poco conocidos en la ciudad, como los casos de reinfección clínica que se han verificado.

Con el alivio transitorio que parecen reflejar los casos de COVID 19 en lo que va de febrero en el Área Programática Comodoro Rivadavia, donde el ritmo de contagios se ha reducido a 69 positivos por día, luego de los 140 casos diarios de enero, surgen otros aspectos vinculados a la enfermedad, que parece haber tomado una pausa, mientras el país corre una carrera contra el tiempo, entre la llegada de vacunas y la próxima temporada otoño-invernal.  

Entre tales elementos, surge la tendencia observada en las últimas semanas por lo que podría denominarse “un boom” de los anticuerpos.

“No tienen indicación en la práctica médica, salvo en el caso de que la salud pública quisiera conocer cuál es la prevalencia de la enfermedad -explicó uno de los especialistas consultados para este informe-. Por ejemplo, si se decidiera analizar la sangre de toda la población de una ciudad, se podría determinar qué porcentaje tiene anticuerpos. Si fuera el 60 por ciento, ya habría inmunidad; pero a nivel individual, no tiene ningún valor, en el sentido de que no va a cambiar la conducta, ya que hay que seguir cuidándose y mantener las medidas de prevención, porque aún se desconoce cuánto tiempo dura la inmunidad”.

El ejemplo planteado es hipotético, ya que no hay en la actualidad una decisión de analizar a toda la población, en el marco de las urgencias actuales. Sin embargo, surgen en las consultas médicas y también en la simple observación cotidiana, el aumento de interés de personas que requieren este análisis para saber si tuvieron el virus, o si fueron diagnosticados positivos, conocer la cantidad de anticuerpos en sangre tras el alta epidemiológica.

Tampoco hay certeza de que un resultado con cierta cantidad de anticuerpos confirme que el paciente tuvo la enfermedad, según explica el mismo especialista, ya que entre 7 y 15 por ciento de las personas que tuvieron coronavirus, no llega a desarrollar los anticuerpos, pese a que sí genera otro tipo de defensas. Sumado al alto porcentaje de personas que desarrollan infecciones sin síntomas, se da una combinación de factores en la que el resultado confirma la redundancia del análisis, considerando el costo de la prestación (entre 2.000 y 2.500 pesos, según pudo conocer esta agencia), que no es reconocida por cobertura de obras sociales ni empresas de medicina prepaga.

Para donantes de plasma, el análisis no tiene costo

En ámbitos cercanos al comité de crisis admiten, del mismo modo, que no hay una recomendación para realizar esta práctica en los pacientes positivos, ni tampoco forma parte del protocolo de control posterior a la enfermedad. Advierten, sin embargo, que hay un modo de realizar el análisis sin afrontar el costo, dando una mano, paralelamente, a los demás pacientes que aun no están recuperados. 

“Es una decisión personal del paciente, nosotros no nos oponemos, pero en el consultorio post covid hay muchas estrategias de control y el análisis de anticuerpos no es uno de ellos, salvo algunas excepciones -explicó otra fuente del sector-. Por otro lado, el análisis sí se hace de forma oficial, sin costo para el paciente, previo a la donación de plasma, porque en ese caso sí se evalúa la cantidad de anticuerpos en sangre que tiene donante, con cobertura desde Nación”.

¿En qué casos es recomendable realizar el análisis?

Lejos de realizar una cruzada contra el análisis de anticuerpos en sangre, este informe apunta a conocer más aspectos de una enfermedad todavía incierta, en muchos de sus alances, incluso para los propios médicos especialistas. Para profundizar el enfoque, ADNSUR entrevistó a la doctora Virginia Roca, infectóloga que integra el comité de crisis de la ciudad, quien reconoce también que en su consultorio recibe la constante inquietud de pacientes para realizar este dosaje.

“En primer lugar, nunca usamos los anticuerpos como método diagnóstico, ya que siempre fue el estándar el hisopado laringo faringe, ya sea por PCR o los test rápidos. El análisis, sin embargo, nos puede aclarar un poco más el panorama en determinadas circunstancias. Yo lo prescribo por ejemplo en una situación que puede darse en una familia que estuvo aislada por COVID, en la que se hisopó a uno de los integrantes, que es lo correcto, pero los demás quieren saber si tuvieron la enfermedad o no, porque tuvieron síntomas leves. La única forma de saberlo, finalizado el aislamiento, es a través de los anticuerpos. Esa es una indicación en la que lo utilizo”. 

Hay otros casos en que también se realiza el análisis, según añade la infectóloga, con pacientes internados en terapia intensiva, con hisopado negativo pero ante la persistencia de cuadros graves se requiere un nuevo análisis que se dificulta por el intubamiento, o incluso por la demora que llevará el test de PCR.

“En ese caso, realizar la serología divide las aguas. Si tiene una IGG (Infección pasada) positiva o una IGM (Infección aguda) negativa, lo más probable es que sea un COVID. Son elementos que se usan para apoyar al diagnóstico y puede haber muchos entrecruzamientos de esas variables”, aclaró la doctora, brindando además una explicación más detallada que escapa a las posibilidades de este informe. Volviendo al análisis de anticuerpos, añadió: "en la actualidad, mucha gente lo quiere hacer por haber cursado la enfermedad con síntomas leves en su casa y quieren saber si tienen inmunidad y me piden la indicación en el consultorio. El estudio tiene una desventaja principal, que ninguna obra social lo cubre, entonces el paciente tiene que pagarlo. Si fuese algo más accesible, yo lo indicaría con más frecuencia”.

No hay garantías sobre la inmunidad

Roca coincide en otro principio elemental: por más que el paciente verifique un valor alto de anticuerpos, las medidas de prevención deberán continuar: “No hay un punto de corte a partir del cual se diga ‘ya estás inmune’ -aclaró-, entiendo que para donar plasma el valor mínimo que se requiera es de 1.000 (no conozco el método que se está utilizando), pero no significa que si el paciente está cerca de ese valor no se va a reinfectar. Hay muchas cosas que aún desconocemos, pero mi recomendación general es que no resulta muy útil”, graficó.

Otro elemento importante en relación a la inmunidad es su posible duración en el tiempo: “Sabemos que dura entre dos o tres meses, que es el tiempo que utilizamos para re hisopar a pacientes que ya tuvieron COVID y se exponen nuevamente al virus -añadió Roca-. Hay dos tipos de inmunidad, una es la humoral, que se vincula a los anticuerpos dosables en sangre, y la otra es la celular, que son los linfocitos T, de memoria, que se reactivan cuando nos exponemos a cualquier enfermedad; éste es el principio básico de cualquier vacuna, que reactiva los linfocitos de de memoria, que se encarga de producir los anticuerpos. El coronavirus funciona como cualquier virus, pero lo que no podemos dosar (o medir) es el número de linfocitos T de memoria que tiene cada paciente, después de haber cursado la enfermedad, o después de haberse vacunado”.

Ya hay casos de “reinfección” clínica en Comodoro

Entonces, a partir de la explicación de la doctora Roca, surge otro aspecto que no pasará inadvertido para este informe: ¿hay casos de reinfección ya verificados en Comodoro Rivadavia?

“No tenemos reinfecciones documentadas, porque para eso hay que tener las dos cepas de COVID con las que se infectó el paciente. Deben estar documentadas por PCR, para detectar el genoma viral por ejemplo que dio el paciente positivo en sepeteimbre y luego en diciembre”.

Sin embargo, sí ha habido casos positivos que, tras dos o tres meses sin síntomas, volvieron a dar positivo: “Lo vimos en el segundo pico, en el mes de diciembre, con pacientes que empezaron de nuevo con síntomas, que al hacerse el test rápido les detectaron proteínas virales, pero es imposible comparar genéticamente los dos virus. Para documentar reinfección, hay que determinar que la persona se contagió de una cepa distinta a la del primer episodio. No se puede hablar de reinfección, por no tener documentación metodológica que lo avale. Yo me contacté con un laboratorio de Neuquén, pero es difícil porque los hisopos viejos no se guardan, entonces no disponemos del anterior y no podemos hacer la secuenciación viral. Aparte, depende de la carga viral que tenía el paciente al momento de los dos episodios”.

Para que quede claro, ¿ha habido casos de personas que tras cursar la enfermedad, con un test positivo, volvieron a diagnosticarse con COVID, independientemente de las cuestiones metodológicas exigidas por el ámbito científico? La respuesta es contundente: “Sí, no es un número importante, son pocos, pero hay casos de pacientes que tuvieron prueba positiva, pasaron un período libre de síntomas y después dieron positivo nuevamente, pero con procesamientos de muestra diferentes”. Esta situación, aclaró la infectóloga, es distinta a la de familiares de un caso positivo, que estuvieron asilados por ser contacto estrecho y cursaron síntomas leves, que luego de un tiempo sufren síntomas y son hisopados positivos.

Para documentar reinfección, se necesita verificar que la cepa en el segundo positivo es distinta de la primera. En otras provincias del país, comentó finalmente, ya hay casos documentados, que serán expuestos próximamente en congresos científicos que acreditarán esos resultados.
“Lo que tuvimos nosotros hasta ahora son casos clínicos de reinfección”, precisó finalmente la doctora Roca (*).

(*) Coautora del libro “La pandemia que nos tocó vivir. Experiencias y reflexiones”, editado por la Sociedad Argentina de Infectología en noviembre de 2020, con participación de especialistas de todo el país. Quienes deseen profundizar la información sobre la enfermedad, pueden descargar el libro aquí.  

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