COMODORO RIVADAVIA (ADNSUR) - La audiencia pública realizada este miércoles por el pedido de incremento del boleto de colectivo fue presidida por el concejal Maximiliano Sampaoli, debido a que el presidente Juan Pablo Luque se encontraba a cargo de la intendencia al momento de la audiencia. Para participar se inscribieron 57 ciudadanos, de los que se presentaron 25. Desde el Municipio se expuso la estructura de costos del boleto subsidiado, en tanto que los ciudadanos manifestaron la realidad económica de quienes utilizan el transporte y expresaron objeciones sobre la calidad del servicio.

El primero en exponer fue el subsecretario de Control Operativo, Ricardo Murcia, quien describió los números más importantes que explican el pedido de aumento presentado en el Concejo Deliberante.

“La empresa Patagonia Argentina bajó su número de boletos vendidos de 1,9 millones de pasajeros a 1,4 millones”, dijo y comparó la estructura de costos de septiembre de 2018 a la de septiembre de este año. “En 2018 era de 45 millones. Este año de 78 millones, es decir un incremento del 73%”.

Además detalló los aumentos en cada ítem que hace al costo, como el incremento del valor del combustible en un 440%, los repuestos y reparaciones 3,5%; valor de las unidades y valor de amortización: 6,58%; sueldos: casi 50%. “Ninguno de los costos son manejables por la Municipalidad”, culminó.

En referencia a los subsidios fue contundente al recordar que en 2018 eran 4 los que sostenían el costo real del boleto: el subsidio nacional (antes 50%), subsidio provincial (antes 25%), la compra de pasajes, y el subsidio municipal (antes lo que restaba ahora casi total). “Hoy es la municipalidad la única que solventa el subsidio

Desde la empresa Patagonia Argentina, Jorge Moreno explicó que tienen “130 unidades, cada colectivo hace 10 recorridos diarios. 1300 vueltas diarias. 645.000 kilómetros mensuales”. Y comparó que mientras el trayecto “Comodoro-Rada Tilly sale $53, Comodoro-Caleta Córdova cuesta $23”. En cuanto a la estructura de costos argumentó que “los salarios aumentaron el 57%, seguros 23%, combustible 450%. En 2018 el precio real era de $44. Hoy sería de $58”.

El análisis del Ente de Control, cuya intervención estuvo a cargo de Axel Flágel, reconoció el impacto de las variables macroeconómicas en el costo real del boleto y el impacto en Comodoro: “Hay que analizar que en Comodoro el costo del transporte se paga completo y lo pagamos todos los ciudadanos de Comodoro Rivadavia, ya sea con el pago del boleto o con el subsidio que paga en soledad el municipio de Comodoro. Sin perjuicio de todo lo que ha aumentado que es real. En marzo de 2019 el costo total fue de 63 millones. En octubre fue de 78 millones. Implica un 25% de incremento de los costos en 7 meses, que se paga en su totalidad y tenemos el precio congelado desde enero. En marzo el subsidio mensual fue de 32 millones. En octubre superó los 51 millones”.

Sin embargo, adelantó que el Ente sugerirá una morigeración: “En Comodoro los sectores mas vulnerables son los que utilizan el colectivo y que se han deteriorado las condiciones económicas con la caída del salario real. El dictamen del Ente de Control va a sugerir al poder concedente que analice las medidas para tratar de amortiguar el impacto en la sociedad. Hemos retomado los controles que tienen que ver con la calidad del servicio tanto respecto a la empresa como respecto al poder concedente”.

La opinión de los usuarios

Se presentaron solo 25 de los 62 inscriptos. En su mayoría, hacen alusión a la dificultad de afrontar los aumentos en un contexto de pérdida del valor adquisitivo de los ciudadanos, sobre todo los sectores más vulnerables que son los que utilizan el servicio. También reclamaron mejoras en el servicio, como mayor limpieza en las unidades, rampas de accesibilidad y más garitas en las paradas. Otros requirieron recuperar el recorrido de los colectivos de zona norte hacia el Hospital Regional.

La docente Margarita Paredes expuso que “si el aumento se puede producir, que mejore el servicio porque hay barrios a los que no llega. Hay chicos que no estudian porque no pueden llegar a las escuelas”. Otra docente, Alicia Pinto también coincidió con la necesidad de más garitas, además de criticar el cambio de recorrido de los colectivos que ya no llegan a la parada del Hospital. Propuso además más puntos de carga de la SUBE: “podría ser en cajeros automáticos como sucede en otras ciudades”.

Violeta Troncoso reclamó que “me parece injusto el aumento porque no es equitativo con el aumento de los salarios. Un empleado que hoy gana 35 mil pesos gasta 5 en colectivo”. En la misma línea, Alejandro Bassi expresó que este pedido de aumento “castiga al pueblo pobre. Es un dato importante el recorte nacional que golpea en el subsidio”.

Ramiro Arturo expuso su situación personal que se repite en muchos casos por la extensión de la ciudad: “Me levanto todos los días de Diadema hasta el centro y de ahí a zona sur donde trabajo pago otro boleto. Hago un esfuerzo constante para pagar el colectivo. No hemos visto inversión en los colectivos. El servicio no es eficaz para nosotros”.

Algunos también se expresaron sobre el Transporte Educativo Gratuito que depende del gobierno provincial. Amaru Mato Mansilla dijo que “es complicado hacer la fila para el TEG que no cumple toda la cantidad de los días de cursada”. Karina Sotuyo expresó que “yo tengo auto pero mis hijos usan el servicio público, necesitan el TEG porque no van a  poder seguir estudiando si tengo que solventarles de mi bolsillo el total del pasaje”. Alejandra Perea también expresó que “el TEG es insuficiente porque muchos chicos necesitan mas de dos boletos diarios”.

Para Emilce Saavedra el boleto “no puede aumentar un 100% en seis meses”. También se quejó del cambio de recorrido que no va al Hospital. Marcelo Marillaf propuso que los subsidios vayan diretamente a los usuarios, no a la empresa "Debe existir un 0800 para denuncias”, agregó. En tanto Matías Derlich  propone “obras para el transporte público para que la gente elija usar el transporte público y de esa manera habrá mas gente usando el colectivo y habrá menos subsidios”.     

Rosana Uriarte cuestionó que “no hay gradualidad en los aumentos. Es una ciudad compleja, larga, con barrios muy alejados. Los salarios están afectando hasta la posibilidad de comer”. Irma Guzman, una señora con capacidad reducida, se quejó por la falta de rampas y que “no hay garitas adecuadas para una ciudad con viento. No hay lugar para sentarse ni en la garita ni en el colectivo, no hay cinturones de seguridad para los que no tenemos estabilidad”.

Fabián Pereyra solicitó la posibilidad de un “boleto combinado para unir la zona norte con la zona sur”. Mientras que la vecinalista de Restinga Alí, América Melión llegó con una nota con firmas de sus vecinos: “Es un barrio de laburantes, de gente que gana poco dinero y tiene que pagar mucho en boletos. La gente no puede pagar estos aumentos. Si el boleto se va a aprobar tiene que haber recorrido a los lugares importantes: Hospital, Cabin, escuelas”.

La docente de la UNPSJB, Lucrecia Falon, valoró que “el transporte público es un pilar fundamental para brindar oportunidades de acceso. Es importante tener en cuenta las diferencias y diversidades. Es necesario un desarrollo integral del transporte público. Falta de rampas, recorte de recorridos, ventanillas que no se abren, falta de llegada a los kilómetros”.

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