No nos cansamos de decirlo: la dinámica de la vida política es tan cambiante, que todo lo que parece tener solidez un día, se puede desmoronar a la semana siguiente. Lo que está pasando entre los principales referentes de la UCR y el PRO en Chubut es una muestra más de esta volatilidad: un mes atrás, el senador Ignacio Torres y el intendente Damián Biss se mostraban juntos en Rawson en un encuentro con jefes comunales. Sin embargo, 20 días después, esa foto parece de la prehistoria: hoy la relación entre ambos está cortada, no hay diálogo, y hasta hace dudar sobre el futuro de la alianza para 2023.

Desde esta columna siempre nos ponemos como premisa el equilibrio y esta no va a ser la excepción: sin dar la razón a nadie, buscamos hablar con todos los protagonistas y describir lo que vemos, para acercar a nuestros lectores la información más completa posible. Nos movemos en un terreno de análisis donde todo es relativo según el punto de vista de cada protagonista, en el que cada actor político tiene su estrategia y va jugando sus fichas.

En este trabajo, que muchas veces no suele ser fácil, nos surgen muchas preguntas. Por ejemplo, es justo interrogarnos como punto de partida: ¿la disputa es a nivel partidario, entre UCR y PRO, o sólo entre Torres y Biss? La verdad es que se ha tornado un enfrentamiento personal, en el mucho tiene que ver también el presidente del bloque de diputados Manuel Pagliaroni. Pero no podemos soslayar que los protagonistas son los dos referentes máximos de cada espacio político, y potenciales candidatos a gobernador el año próximo.

La última aparición pública de Biss y Torres juntos fue el 6 de julio, en una reunión con jefes comunales en Rawson.
La última aparición pública de Biss y Torres juntos fue el 6 de julio, en una reunión con jefes comunales en Rawson.

La dificultad de llegar a acuerdos entre estos dos partidos es histórica desde el nacimiento de Cambiemos como fuerza política en 2015. Se trata de un matrimonio por conveniencia en el que hay estilos y perfiles muy diferentes, donde se da una puja enorme de poder en la previa a cada turno electoral, pero a pesar de los chispazos, siempre han terminado llegando a un acuerdo.

Ambos partidos vienen conviviendo en los últimos 7 años, con 4 elecciones consecutivas, y si bien hacen ruido en el andar, la alianza se ha mantenido firme porque siempre prima la lectura de que tienen mucho para perder por separado.

El último antecedente fueron la PASO dentro de una elección para cargos legislativos, que dejó a Torres como el gran ganador a nivel provincial, y a un radicalismo golpeado y con un rol de menor protagonismo. Sin embargo, desde aquella interna de septiembre de 2021 a hoy, pasaron varios meses en los que la UCR se reconfiguró, y renovó sus autoridades con éxito, eligiendo por unanimidad a Biss como el principal referente de la renovación.

Hoy en el horizonte, se observa a un Torres –quien lleva menos de un año como senador- lanzado en un proyecto a gobernador que no oculta, buscando armar acuerdos en toda la provincia; y a Biss en un lugar expectante, sin hablar aún de candidaturas, y sin mostrar las cartas de lo que hará el año próximo, ya que tiene las chances de jugar la gobernación o buscar repetir en el municipio de Rawson.

En estos momentos se observa entre ambos un gran alejamiento, porque tienen una manera diferente de hacer política y de analizar la realidad provincial, que va haciendo ruido a cada paso y en cada localidad.

La convivencia ya venía costando bastante y caminaba en la cuerda floja, hasta que un hecho terminó de derribar en las últimas semanas el castillo de naipes: fue la idea de Manuel Pagliaroni, avalada por Biss, de salir a jugar en Trelew la candidatura a intendente de Federico Massoni, en una arriesgada estrategia por apostar a ganador en esa ciudad, pero además, en una clarísima "mojada de oreja" a Torres.

ALEJAMIENTO

Para entender el contexto, hay que repasar previamente un par de historias. Primero, el enfrentamiento de Torres y Pagliaroni viene desde el armado de la última campaña electoral, donde el ahora senador adjudica al diputado provincial todo tipo de maniobras para impedirle ser candidato. Se trata de una disputa casi de tinte personal donde a ninguno de los protagonistas le interesa hacer las paces.

Biss es muy cercano a Pagliaroni, pero siempre había logrado “surfear” esa interna y no se habían mezclado las cosas, al punto que –ya en el rol de presidente de la UCR- lograba tener cierto ida y vuelta con Torres y trataban de avanzar en acuerdos dentro de la alianza. Es verdad que siempre les costó, hubo muchos roces, pero la cuestión institucional se mantenía.

En este escenario, la última movida política de la conducción del radicalismo de incorporar al ex ministro de Seguridad, Federico Massoni, como futuro candidato a intendente de Trelew dentro de Juntos por el Cambio, fue la señal de ruptura. ¿Empezó allí el problema? La verdad es que no, sino que venía de antes. Pero sí fue la muestra de que se acabó definitivamente la buena convivencia.

La estrategia de incluir a Massoni en el espacio, no gestada pero sí autorizada por Biss, tuvo un mensaje subliminal hacia Ignacio Torres: explicada en palabras sencillas, lo que le están diciendo es “no nos importa lo que pienses, no nos gusta cómo te movés, ni tu protagonismo, ni tu falta de códigos. Si vamos a jugar sucio, jugamos todos”.

El encono de Biss con Torres fue creciendo en el último mes, y dos hechos sumaron para terminar de romper el diálogo. Uno fue la interna que se vivió a comienzos de julio en Juntos por el Cambio en Esquel, cuando el intendente Sergio Ongarato despidió a su secretario de Ambiente, Daniel Hollman.

Más allá de las razones de esa historia, lo concreto es que –según la mirada radical- Biss y Torres habían pactado no entrometerse y dejar que la cuestión se resolviera a nivel local. Sin embargo, no gustó nada ver al senador del PRO participando al día siguiente en una conferencia de prensa junto a Hollman y el diputado Matías Taccetta con duras críticas al intendente.

A Biss no le cayó nada bien la presencia de Torres en Esquel junto a Hollman y Taccetta para fogonear el conflicto con Ongarato.
A Biss no le cayó nada bien la presencia de Torres en Esquel junto a Hollman y Taccetta para fogonear el conflicto con Ongarato.

Ese hecho, sumado a permanentes fotos de reuniones con concejales y dirigentes del radicalismo, que luego son publicitadas a través de las redes del PRO como "pases" al proyecto del senador para 2023, fueron para Biss no sólo desafíos abiertos a su conducción, sino la muestra de que es muy difícil llegar a acuerdos de palabra que se cumplan.

A esto se le suma que a Torres le facturan el supuesto ofrecimiento de acuerdos para integrar la futura lista de diputados, y la exigencia de “bolillas negras” (nombres prohibidos o vetados), que dieron la impresión de que tomaba a la UCR de partenaire y se quedaba con el protagonismo exclusivo para 2023, en medio del ninguneo.

Si todo lo anterior no le venía gustado nada a Biss, lo que terminó de romper la relación fueron las permanentes publicaciones que realizan “portales dudosos” que pululan por las redes sociales, con una buena inversión publicitaria detrás, de noticias falsas que buscan dañar la imagen pública del presidente de la UCR.

En el radicalismo están convencidos, y nadie les saca de la cabeza –aseguran que tienen pruebas y fueron a comprobarlo- de que se trata de una estrategia de campaña sucia ya aplicada por Torres en 2019 contra su rival en aquella interna, Eduardo Conde, y luego en 2021 contra su contrincante Sergio Ongarato.

“Es su modus operandi, lo hace cada vez que alguien puede hacerle sombra. Ahora el rival es Damián, y estas fake news empezaron cuando lo eligieron presidente de la UCR”, afirman en el radicalismo. Esto es totalmente desmentido por Torres, como expondremos más adelante.

Lo que es importante tener en cuenta, es que Biss lo adjudica al senador, y que además el tono de las publicaciones fue girando a un nivel que “ya no tiene vuelta atrás, porque pasó un límite”, según el intendente capitalino. Lo que el presidente de la UCR no puede perdonar es que algunas de estas publicaciones involucraron -incluso con fotos- a todo su grupo familiar, especialmente a sus hijos.

Eduardo Conde, Sergio Ongarato y Damián Biss; cada candidato radical asegura ser víctima de operaciones de desprestigio a través de las redes.
Eduardo Conde, Sergio Ongarato y Damián Biss; cada candidato radical asegura ser víctima de operaciones de desprestigio a través de las redes.

Para Biss este fue un límite del que no se puede volver, y le hizo ver dos cosas: que no tiene sentido seguir buscando convivir con Torres, y que el radicalismo debe dar una muestra de que no juega un rol secundario, sino que está dispuesto a dar la pelea. De ahí salió la autorización al “Operativo Massoni”, blanqueado con una contratación como asesor en la Legislatura que levantó mucha polvareda.

OTRA LECTURA

De parte de Ignacio Torres, quien esta semana mantuvo una intensa agenda en distintos lugares, como por ejemplo Comodoro Rivadavia, se minimizan las consecuencias que este distanciamiento puede tener a futuro, y se cree que -a la larga- el ruido pasará y terminará habiendo acuerdo.

La jugada de la convocatoria a un enemigo público como Massoni, dolió en un primer momento, pero ahora se muestra tranquilidad. “Me hicieron un favor, la ambulancia pasó de estar llena de peronistas disidentes a estar llena de radicales. Ahora son sus propios correligionarios los que se quejan de que hay un sector de la UCR que juega a perder, y ven que quieren cerrar con Juan Pablo Luque un acuerdo, en vez de que gane Juntos por el Cambio”, afirmó Torres en varios encuentros en la ciudad petrolera.

En el sector de Torres afirman que la jugada de Biss-Pagliaroni en torno a Massoni será contraproducente a la larga y ya comenzó a generar daño interno entre sus propias filas. “Los radicales cuestionan que están teniendo la misma estrategia de Mario Cimadevilla, que es correr con el radicalómetro a todos y hacer caceria de brujas a los que se acercan al PRO mostrando una postura rupturista, pero jugando a perdedor”, según cree el senador.

Por parte del equipo de campaña del senador chubutense sobra confianza, y aseguran que el "discurso purista de la Lista 3" fue una postura que ya en 2019 “perdió mucha fuerza luego de la interna” a diputado nacional en la que se triunfó contra la lista de Conde; y “más aún en 2021, cuando la ganamos de vuelta”.

Nadie le saca de la cabeza a Torres que en Biss y Pagliaroni quieren romper JxC: por ello afirma que la diferencia sustancial con ellos es que “nosotros y los radicales que se nos acercan, estamos concentrados en ganarle al peronismo, mientras que ese sector del radicalismo está enfocado en ganarle el PRO”.

Torres muestra como figuras de la UCR se pasan a su equipo. En la imagen, hace unos días junto al ex concejal radical de Rawson, Mariano Martínez.
Torres muestra como figuras de la UCR se pasan a su equipo. En la imagen, hace unos días junto al ex concejal radical de Rawson, Mariano Martínez.

Torres niega que haya puesto bolillas negras en las listas, y aclara “lo único que plantee a Biss es que tienen que tener prioridad los intendentes en la lista a la Legislatura”. Y desmiente tener algo que ver en la publicación de campañas de desprestigio en las redes, que atribuye a un "pase de factura" de un dinero "aportado en su momento por Cristóbal López a los radicales para atacarme a mí a una empresa a la que nunca le pagaron".

Desde ambos lados cuentan que los últimos mensajes telefónicos entre Torres y Biss llegaron a un tono y un nivel de palabras casi de compadrito de barrio, con insultos de por medio. La confirmación del Operativo Massoni terminó de romper lo poco que estaba en pie. Pero ahora, según Torres, la idea será “darle poca bola a las internas del radicalismo y mucha bola a ganar la provincia, saliendo de esa rosca berreta”.

Torres cuestiona que Biss y Pagliaroni pudieron haberlo sumado para buscar un acuerdo si querían traer a Massoni. “Por naturaleza soy pragmático, y más allá de los problemas que pude haber tenido con Massoni, si me traían a alguien para ganar iba a reconocerlo. Pero a Massoni la gente no lo quiere. Salió cuarto y va a volver a salir cuarto, se están pegando un tiro en el pie”, afirma el presidente del PRO.

EL EFECTO MASSONI

La jugada de la futura candidatura de Massoni –contrato en Legislatura de por medio- por parte de la dirigencia radical fue arriesgada. Apostaron un pleno en el que saben que hay mucho para ganar, pero también para perder. Nadie puede saber el efecto final a esta altura del partido: las encuestas dan al ex ministro de Seguridad un alto nivel de conocimiento –mucho más que todo el resto de postulantes de Juntos por el Cambio en Trelew- pero habrá que ver si eso puede traducirse en votos.

Si bien Massoni cuenta con pasado radical, se trata de una figura absolutamente emparentada con la actual gestión de Mariano Arcioni, algo que a muchos radicales les cuesta digerir. Así lo hicieron saber en diferentes planteos públicos en los últimos días, incluso el último lleva la firma de varios presidentes de comités, en el que exigen a Biss y Pagliaroni la desvinculación de Massoni del bloque de la UCR en la Legislatura.

Entre los firmantes del comunicado más reciente contra la asesoría de Massoni en el bloque de diputados figuran los presidentes de varios comités: Miguel Echaniz (Comodoro Rivadavia), María Estefanía (Esquel), Doris Sandoval (Río Mayo), Elvio Haedo (Trevelin), Sebastián Wodicka (El Maitén), y Hugo Cancino (Lago Puelo).

En uno de los tramos, expresan "entendemos que no es posible sumar a quienes han sido funcionarios del actual gobierno provincial, habiendo tenido el mismo protagonismo y responsabilidad en las decisiones tomadas arbitrariamente en la pandemia y en diversas circunstancias como fue el caso de Tino John y la represión docente en 2018".

Se suman al planteo algunos convencionales, y miembros de la Juventud Radical, lo que es una muestra de que en la UCR hay posturas divididas, algo común e histórico en ese partido que es discutidor por naturaleza. Plantean que hay decisiones que deberían discutirse en los ámbitos institucionales, y no entre pocos dirigentes.

Manuel Pagliaroni salió a defender con uñas y dientes la incorporación de Federico Massoni como asesor de bloque.
Manuel Pagliaroni salió a defender con uñas y dientes la incorporación de Federico Massoni como asesor de bloque.

Por el lado de Biss y Pagliaroni consideran que el radicalismo del valle -pero especialmente el electorado independiente- en su mayoría apoya la propuesta, y que el resto de los radicales que cuestionan son sectores monopolizados por Torres, cooptados por el senador del PRO que buscan algún rédito a futuro. Incluso el presidente del bloque de diputados respondió a los radicales de Comodoro que no les corresponde opinar de un tema que compete a Trelew, como en su momento no se opinó de decisiones tomadas en la ciudad petrolera.

Es pronto para saber si la jugada de Massoni suma o resta, pero al menos generó dos consecuencias: despertó algunos cuestionamientos internos de dirigentes en un partido que desde la renovación unánime de autoridades hace cinco meses navegaba en la tranquilidad; y también, lo dicho, terminó de blanquear la ruptura de una relación que ya venía muy mal con Torres.

Así como en la visita tiempo atrás del presidente de la UCR a nivel nacional, el jujeño Gerardo Morales, no hubo ninguna figura del PRO en las fotos junto a Biss, lo mismo ocurrirá cuando el diputado nacional Facundo Manes visite Chubut a fin de mes. Será una nueva muestra de que el presidente del radicalismo chubutense tiene "sintonía" con dirigentes federales que exigen distanciamiento de sus viejos socios y quieren más protagonismo en la alianza.  

Gerardo Morales y Facundo Manes: dos dirigentes radicales que pidieron que no haya fotos con gente del PRO.
Gerardo Morales y Facundo Manes: dos dirigentes radicales que pidieron que no haya fotos con gente del PRO.

La última pregunta que nos queda hacernos es: si estas diferencias entre Torres y Biss se acentúan, ¿es inevitable una interna a gobernador entre ambos? ¿Deberá Biss tomar el camino irreversible de una candidatura provincial antes de lo pensado, cuando tiene los tiempos a favor para esperar a jugar una estrategia a nivel municipal? En otras palabras, el estilo de Torres ¿lo está obligando a Biss a jugar el partido por Fontana 50? Preguntas que quedan flotando, y que el tiempo irá respondiendo, en una alianza que no pinta bien en Chubut.

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