"Es ahora o nunca", pensó Mariana Silvera y el mundo parecía darle la razón. En plena pandemia, y en el último de Arquitectura en la Universidad de Palermo, la joven decidió darle un giro a su vida y volver a aquel hobby que la acompañó desde chica, sin saber que tres años después iba a convertirse en la jefa de cocina de un prestigioso restaurante, algo muy diferente a la arquitectura.

Por estos días Mariana disfruta de su nueva vida entre llamas, fuegos y recetas, lejos de las escalas y las mediciones que tanto le gustan. La joven comodorense hija de René, “el Cono” Silvera, un conocido docente, es jefa de cocina en Locos x el Asado, restaurante de San Isidro que cada domingo atiende a más de 200 comensales; muchos famosos que se acercan a deleitar sus platos.

La comodorense que dejó la carrera de arquitectura en el último año por la pandemia, estudió para chef y le cocina a los famosos en Locos x el asado

El vínculo de Mariana y la cocina comenzó cuando era solo una niña y por una extraña razón: no le gustaba ir al jardín. “Es muy divertido cómo comenzó todo”, cuenta a ADNSUR desde Buenos Aires, donde hoy vive. “Yo arranqué a cocinar cuando era chiquita porque tenía que ir al jardín a la mañana y a mí no me gustaba levantarme temprano. Entonces era una pelea constante que no quería ir, y como no me levantaba mi mamá me decía ‘no vayas, pero no tenés a nadie que te cuide’. Entonces como mi mamá a veces iba a las uniones vecinales a cocinar, me llevaban a mí y para que haga algo me empezaron a enseñar”.

Cuenta la joven que al principio no la dejaban usar el horno ni tampoco los cuchillos. Sin embargo, a medida que fue avanzando, sus maestras fueron cediendo. Así comenzó su camino en la cocina. 

“Ahí empecé a hacer postres más que nada y quedó como un hobby. Entonces siempre que había un cumpleaños yo llevaba el postre, hacía las tortas o también cuando había una comunión o confirmación en mi familia, pero como para pasar el rato”.

Mariana y la cocina, un vínculo que inicio cuando tenía solo cinco años.
Mariana y la cocina, un vínculo que inicio cuando tenía solo cinco años.

A la distancia, Mariana reconoce que siempre quiso ser chef y que incluso cada vez que le preguntaban qué iba a ser de grande, ella decía que ‘gastronómica’. Sin embargo, una vez que terminó la secundaria decidió volcarse por la arquitectura, aprovechando que siempre le había gustado la matemática, las alturas y las escalas.

Mariana cursó la carrera sin mayores inconvenientes. Como siempre le gustó estudiar, disfrutaba de lo aprendido día a día. Pero la pandemia paró todo y, lejos de quedarse esperando, ella buscó otros horizontes para culminar la carrera una vez que regresara la presencialidad. 

“No estaba en los planes estudiar cocina, por así decirlo, pero las entregas de arquitectura se hacían demasiado difíciles por email y zoom, así que dije ‘así no puedo seguir’”, recuerda. “Y como era el último año, quería estar al cien por ciento de la carrera, así que la pateé un poco y decidí acomodarme y estudiar otra cosa. Fue algo que me sirvió también para calmar la mente, porque venía muy full, pero para no ponerle pausa a mi ritmo de vida, busqué otra cosa, que fue estudiar gastronomía”.

Mariana estudió en el Instituto Argentino de Gastronomía, donde tuvo como docentes a Osvaldo Gross y Ariel Rodríguez Palacios. La carrera duraba tres años, pero sabiendo lo que era el ritmo universitario decidió hacerla en menos tiempo. Así, en un año y medio terminó de cursar. 

Por ese entonces, Mariana ya daba sus primeros pasos en la cocina profesional. Su primera experiencia fue en un restaurante marroquí, al que ingresó gracias a su búsqueda constante, tal como recuerda.

“Un día iba caminando por capital, cerca de su casa, y vi el restaurante. Entré, pregunté si necesitaban personal y dejé mi cv. A los dos días me llamaron, pero como la cocina estaba llena empecé como runners, después pasé por la freidora, la plancha y terminé haciendo producción, a veces a la mañana, a veces a la tarde, o utilizando el horno de barro”.

Esa primera experiencia marcó a fuego el camino de Mariana. Luego llegaría a un bar donde hacían muchos fermentos, algo que le encantaba. Pero como a fin de cuentas, todo se trataba de aprender, un día decidió dejar el trabajo para rendir una serie de finales y poder culminar su carrera gastronómica. Así, comenzó otro camino: la elaboración de viandas que vendía desde su casa. 

En pandemia Mariana no quiso terminar su carrera en modo online y decidió estudiar el hobby que le gustó toda su vida, gastronomía.
En pandemia Mariana no quiso terminar su carrera en modo online y decidió estudiar el hobby que le gustó toda su vida, gastronomía.

De espíritu inquieto y amante del aprendizaje, hace tres meses Mariana pensó en dejar la gastronomía para retomar sus estudios de arquitectura. Por ese entonces trabajaba en un restaurante francés que le gustaba mucho. Sin embargo, tenía una cuenta pendiente y quería culminarla.

Lo cierto es que su regreso a la arquitectura duró menos de una semana, ya que al tercer día de estar sin trabajo, la convocaron de Locos x el Asado. “A los tres días me llamaron de recursos humanos y me preguntaron si quería ser parte de Locos x el asado. Yo no entendía mucho, pero empecé a buscar, me gustó, los chicos parecían copados y decidí tomar la entrevista. Así pasó y de un día para el otro cambió todo”, dice entre risas.

En el restaurante de San Isidro, Mariana comenzó como cocinera. Sin embargo, hace poco fue ascendida a jefa de cocina. Todos los días, junto a su equipo son los encargados de ponerle sabor a los platos que degustan los clientes, desde vecinos de San Isidro, hasta famosos, como Moría Casán y Rodrigo De Paul, quien la última semana visitó el restaurante junto al hermano de Messi y su cuñado, el hermano de Tini.

El volante de la Selección Argentina ese día la saludó e ingresó a la cocina. Ella aprovechó la ocasión para perpetuar el momento y publicó la fotografía en su cuenta de Twitter.

Según cuenta, estaba previsto que ese día también vaya Tini, pero no alcanzó a ir y terminaron atendiendo a De Paul con sus amigos. 

La comodorense que dejó la carrera de arquitectura en el último año por la pandemia, estudió para chef y le cocina a los famosos en Locos x el asado

Mariana está agradecida de esta oportunidad que le dio la vida. Aún le queda una materia para rendir en el Instituto de Gastronomía, y debe reiniciar sus estudios de arquitectura, sabiendo que le queda muy poco para recibirse. Sin embargo, también disfruta este momento.

“No me imaginaba para nada que esto pudiera pasar. Cuando empecé a trabajar como cocinera pensé que iba a ser algo temporal, pero la verdad es que me sentí a gusto. Yo decía ‘no importa, si tengo que pelar tres bolsas de papas al día, lo hago’, porque era algo que quería seguir. He terminado con las manos quemadas, cortadas, pero siempre trato de seguir y seguir, porque el objetivo era poder llegar, manejar una cocina, poder crear el menú y poner mis ideas en una carta”, dice con orgullo.

Hoy Mariana está logrando su objetivo y está trabajando en la nueva carta que incorporará pastas, sándwiches y menú para vegetarianos y celíacos, para que el cliente tenga libertad. Ya habrá momento de volver a los libros. Mientras tanto, es tiempo de crear y seguir aprendiendo, porque a fin de cuentas para ella se trata de eso: aprender y estudiar, tal como hizo a los 5 años, cuando encontró su vocación.

Mariana junto a sus padres.
Mariana junto a sus padres.
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