El freno de hecho, sin normativa de por medio, que se impuso a la expectativa para cobrar más regalías petroleras y los indicadores de la recaudación provincial que no terminaron de recomponerse chocan contra la creciente presión para recomponer salarios erosionados por la inflación. 

Lentamente los gremios estatales comienzan a intensificar un reclamo que por ahora el gobierno de Mariano Arcioni ha podido obviar, o disimular de algún modo con los pagos en cuotas de las masas salariales adeudadas. Sin embargo, no hay garantías de que esos reclamos no vayan a estallar en los próximos meses. Más bien todo lo contrario.

Desde el gremio docente ya se advirtió sobre el inicio de un plan de lucha posterior al receso invernal, mientras que la en sectores de la salud crece el descontento, más allá de que por ahora el reclamo ha quedado encapsulado en el SISAP, un sector sindical al que en el gobierno le asignan poca representatividad en cuanto a número de afiliados.

También en el sector de judiciales se mantiene el enojo, a la espera de que la última autorización para contraer un crédito que permita cancelar las dos masas salariales con empleados, jueces y fiscales, termine de hacerse operativa.

A ese panorama se suma el sector pasivo, que sigue expresando su disconformidad con la cancelación en cuotas que se les propuso sobre los haberes atrasados. Los 5.000 millones de pesos que contrajo el Estado provincial con su par de Nación, que alcanza ya una deuda interna de 23.000 millones de pesos, no permitirá la cancelación en un solo pago de esas acreencias.

Sin margen para negociar

Las señales de recuperación de ingresos de la provincia, después de la fuerte caída durante el año 2020 por la pandemia, comenzaron a mostrar límites de crecimiento, a partir de factores vinculados a la economía del país.

Por un lado, para evitar aumentos de combustibles se ha frenado la suba de regalías petroleras, a partir de liquidaciones que se irán desprendiendo de la cotización internacional del crudo, sobre todo si éste continúa su tendencia hacia los 80 dólares por barril. 

Por otro lado, hay indicadores de que la recaudación provincial no ha terminado de normalizarse. El sector turístico no se ha recuperado totalmente y eso impacta también, negativamente, en la recaudación: aunque hay un recupero, Chubut es de las provincias que menos ha mejorado en ese ítem, según un reciente trabajo de la consultora Aerarium, que refleja ese tope en el recupero.

Chubut sólo mejoró menos de un 7 por ciento su recaudación propia de impuestos, por debajo de la media del país, que se ubicó cerca del 15 por ciento.
Chubut sólo mejoró menos de un 7 por ciento su recaudación propia de impuestos, por debajo de la media del país, que se ubicó cerca del 15 por ciento.

En el ítem de recaudación de impuestos propios, Chubut alcanzó sólo una mejora del 6,6 por ciento en el primer cuatrimestre, superando sólo a Río Negro, Mendoza y Santa Cruz. El promedio del país tuvo un aumento de casi el 15 por ciento. 

En ese marco, las cuentas públicas no tendrían margen para proyectar una mejora salarial que los gremios estatales ya anticipan en el orden de un 40 por ciento, siguiendo a la inflación del año pasado, a la que ya se acumulan otros 20 puntos en lo que va de este año.

Si la masa salarial actual es de 5.200 millones de pesos, un porcentaje de esa magnitud significaría sumar unos 2.800 millones de pesos en salario, lo que volvería a marcar un déficit absoluto frente a una recaudación que ha comenzado a estabilizarse en los 7.000 millones de pesos por mes, sumando regalías, coparticipación e impuestos propios.

El efecto sobre las elecciones

Uno de los ministros que integran el gobierno de Mariano Arcioni reflexionaba días atrás sobre el impacto que podría tener el escenario gremial y el eventual recrudecimiento del reclamo salarial sobre las próximas elecciones:

“Creo que el esquema de pago de haberes atrasados se armó por fuera de ese cálculo, porque de lo contrario esas mejoras tendrían que notarse recién sobre la fecha de las elecciones –comentó el funcionario-. Cuando lleguen las PASO, los acuerdos se van a estar terminando de pagar y entonces el reclamo va a estar más fuerte por una recomposición que no podemos dar”.

Por eso se abren algunas especulaciones. ¿Podría el gobierno nacional, interesado en evitar un escenario absolutamente adverso para el gobierno de Arcioni, que haga crecer la chance de los candidatos de Juntos por el Cambio, enviar algún tipo de asistencia adicional?

El mismo ministro, preocupado por el corto alcance de la devolución de salarios adeudados en cuotas, reflexionaba sobre la posible ayuda del gobierno nacional: “Hoy las 3 bancas de Chubut tienen mucha importancia –indicó- y al gobierno de Alberto Fernández le interesa, sobre todo por la señora Cristina Fernández, mantener la mayoría en el Senado, para evitar su persecución judicial. Es la oportunidad para que llegue una asistencia que impida un escenario caótico, porque en ese caso los electores no van a diferenciar entre candidatos del peronismo y del arcionismo, van a votar con la idea de castigar al gobierno provincial y nacional y eso le daría más chances a Juntos por el Cambio”.

El aporte del petróleo a las cuentas de Chubut encontró un techo.
El aporte del petróleo a las cuentas de Chubut encontró un techo.

En esa debilidad de la economía provincial, al parecer ya entender de un sector del gobierno, radicaría entonces la expectativa de fortalecerse. ¿Habrá ayuda del Estado nacional? Por ahora, el reclamo de los estatales toma impulso en las discusiones internas, pero no sería extraño que se haga visible en las calles cuando el mes de agosto comience a acelerarse hacia una primavera caliente, que subirá la temperatura por un clima electoral de alta intensidad .
 

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