“La mente clara mejora todas tus cualidades”: el kinesiólogo que enseña a meditar desde hace 21 años
El comodorense Javier Pérez Molina es kinesiólogo y se especializó en medicina tibetana tras vivir en India y Nepal. Desde hace más de dos décadas, enseña meditación como una herramienta clave para reducir la ansiedad, ordenar los pensamientos y vivir con plenitud. Su enfoque holístico combina ciencia, filosofía oriental y acompañamiento emocional.

En un mundo donde el estrés, la ansiedad y la exigencia se han vuelto parte de la rutina diaria, Javier Molina encontró una herramienta transformadora que integra a su práctica profesional: la meditación. El kinesiólogo comodorense se formó también en medicina tibetana, vivió en Oriente y lleva más de 20 años guiando a personas hacia una vida con mayor claridad mental, salud y equilibrio.
“Yo enseño meditación hace 21 años y las personas llegan a mí porque necesitan aliviar la ansiedad; otros buscan la excelencia en el deporte y hay quienes desean crecer espiritualmente”, explicó Javier.
Cuando comenzó con el ejercicio de la kinesiología, le tocó trabajar con pacientes que estaban al borde de la muerte y que requerían un acompañamiento emocional más allá de lo físico. Fue en este proceso que él también comenzó a preguntarse por el sentido de la vida y de la muerte.
Este camino de búsqueda fue extenso y es constante. En España realizó una capacitación en duelo con profesionales de Francia y Suiza, país en donde la eutanasia es una práctica legal y al que muchas personas van por decisión propia para tener lo que consideran una muerte digna.
Javier necesitaba entender otras culturas y otras formas de pensamiento, por lo que vivió en la India y Nepal, y allí estudió durante seis años medicina tibetana. Esta medicina posee cinco raíces distintas: medicina china, ayurveda hindú, medicina persa, medicina budista y medicina chamánica.
Los temas son muy amplios y profundos, y en sus prácticas el kinesiólogo busca mantener la salud, la vitalidad y llevar una vida plena con energía vital.“Cuando enseño meditación tengo en cuenta lo que me transmitió mi maestro y es la importancia de la prevención, es más fácil mantenerse sano que recuperar la salud”, expresó Javier.
“Cuando enseño meditación tengo en cuenta lo que me transmitió mi maestro: la importancia de la prevención. Es más fácil mantenerse sano que recuperar la salud”, expresó Javier.
Su primer acercamiento con la meditación fue a través de la Iglesia Católica, ya que un sacerdote le enseñó sobre la meditación lectio divina, que proviene de los monjes benedictinos. Luego, durante sus años de estadía en Oriente, aprendió a meditar de la mano de los hindúes y tibetanos.
¿QUÉ SIGNIFICA MEDITAR?
La meditación es parte de una filosofía de vida, por lo que definirla demandaría extensos párrafos que tal vez no alcanzarían para comprenderla del todo. A modo práctico, Javier la definió así: “Es un proceso que tiene que ver con ver la realidad, aceptarla, entender, tomar buenas decisiones y obtener energía vital en torno a lo que sucede. Existen técnicas que aclaran la mente, la abren a nuevas perspectivas y permiten ver la realidad con más profundidad y amplitud”.
Para Javier, la meditación permite organizar el pensamiento de forma sensata para enfocarse en el presente y evitar preocupaciones por cosas que aún no han sucedido.
LA MEDITACIÓN SHAMATHA
La meditación que propone Javier es de tipo shamatha, una práctica en común con el yoga. Hay elementos del yoga que tienen que ver con la disciplina. Para los tibetanos, la disciplina tiene que ver con todo lo que es saludable: la conexión con la respiración y con lo que el cuerpo siente.
“La práctica de shamatha se enfoca en la calma mental, en el cuerpo y en la respiración. Sentir el cuerpo es fundamental, porque a través de él se perciben las impresiones del entorno, del intelecto y las interpretaciones que este hace de la realidad”, indicó Javier.
El kinesiólogo insistió en que, en este proceso de aprendizaje, no se puede separar a la persona del contexto en el que vive; no puede haber una enseñanza desconectada de la comunidad, del lenguaje y de su visión del mundo. Por esta misma razón, explicó que no hay fórmulas: no a todos les sirve lo mismo.
Las personas llegan a él por diferentes motivaciones: algunas quieren alcanzar la excelencia en alguna actividad que realizan, deportes, profesión, etc.; otros buscan el camino de la espiritualidad y otros necesitan calmar la ansiedad.
¿QUÉ ES LA ANSIEDAD?
Desde su formación, Javier explicó la ansiedad como todo aquello que produce incertidumbre y miedo. A partir de esto, la mente comienza a buscar soluciones; el problema está en que se comienza a perder el sentido común y la razón.
“Podemos angustiarnos por cosas que pueden suceder a futuro, pero nuestra mente se activa y nos dice: ‘tranquilízate, lo puedes resolver, consúltalo con alguien’, etc. Hay maneras razonables de afrontar situaciones”, comentó Javier.
El problema está cuando se pierde el control: todo se vuelve una amenaza y se anula la posibilidad de pensar claramente.
“La meditación es una herramienta poderosa; es como si miráramos con un microscopio las cosas que pasan en nuestro interior y entorno, esto permite entender con profundidad. Nos organiza los pensamientos y nos permite tener una cognición válida”, amplió Javier.
¿A QUÉ SE LE LLAMA COGNICIÓN VÁLIDA?
Para los tibetanos, es importante que los procesos cognitivos se ajusten a la realidad. Pensar es una herramienta que debe orientarse de manera clara, entre otras cosas, para no preocuparse por hechos que posiblemente no ocurran.
“Ante algún problema, la meditación permite serenar la mente y establecer objetivos para cumplirlos paso a paso. De esta forma, no se piensa en todo a la vez”, detalló Javier.
La meditación no significa relajación ni tranquilidad inmediata, pero permite entender que todo está en constante cambio: el cuerpo, los pensamientos y las emociones. Esto posibilita tomar distancia de los problemas, encontrar claridad mental y propiciar un cambio interior.
La meditación permite entender cómo funciona la mente en momentos de conflicto, qué emociones se generan y cómo estas impactan en la conducta. Serenarse, organizar los pensamientos y la acción es lo que permite tener una cognición válida.
“La mente clara permite que todas las cualidades de una persona sean más efectivas, ya sea para evitar situaciones de ansiedad y estrés, o también para tener un mejor desarrollo profesional”, enfatizó Javier.
LA MEDITACIÓN EN EL DEPORTE
La meditación puede aplicarse cuando un deportista quiere lograr mejores objetivos, o cuando alguien desea realizar un nuevo emprendimiento laboral, ya que permite descubrir condiciones personales que se desconocen o que, tal vez, por prejuicios, no llegan a desarrollarse.
“Trabajé con un basquetbolista de Santa Fe que durante 3 torneos fue el mejor tirador de triples de la provincia y un jugador de fútbol que logró entrar a Platense. Obtuvieron muy buenos resultados en momentos difíciles del equipo”, declaró el kinesiólogo.
La meditación no significa relajación ni tranquilidad inmediata, pero permite entender que todo está en constante cambio: el cuerpo, los pensamientos y las emociones. Esto posibilita tomar distancia de los problemas y encontrar claridad mental y un cambio interior.
Hay mucha información sobre la meditación, pero es posible que un video en YouTube no alcance para aprender sobre ella, ya que es importante estar acompañado en este proceso por alguien que tenga experiencia y el interés de acompañar al alumno.
Para Javier Molina, el trabajo meditativo y la psicoterapia pueden ir de la mano:
“Es importante rodearse de un entorno confiable, tener momentos de disfrute, ser amable con uno mismo, incorporar la meditación en la vida y practicarla periódicamente; esto puede aliviar y potenciar al ser humano.”
Para Javier Pérez Molina, meditar no es una moda ni un simple acto de relajación: es una práctica profunda que transforma la forma de pensar, actuar y vivir. En tiempos de incertidumbre, cultivar una mente clara, serena y presente puede marcar la diferencia. Su recorrido demuestra que el bienestar integral es posible cuando se trabaja con compromiso, conciencia y acompañamiento genuino.
