"Lo que más me costó fue aprender a no saludar con un beso", cuenta una comodorense que vive en Estados Unidos.
Mudarse a otro país no es sencillo. Y a veces son las cosas más simples y cotidianas las que nos descolocan, o las que más se extrañan. Natalia, reconoce que a todo uno puede acostumbrarse... a que no haya contacto físico al momento de saludarse, a un sentido del humor diferente, a que no exista el bidet -si, algo tan común para nosotros-, pero que lo que sigue añorando, sin dudarlo, es ese "olorcito a mar" que tiene Comodoro, "que es único y no lo encontrás en ninguna otra parte"
Hace algo más que una década que su espíritu aventurero la llevó a Estados Unidos. Hoy, instalada en Virginia, Natalia Brizuela formó su familia y reconoce que sigue siendo una persona muy demostrativa aunque allí los besos y los abrazos no abunden entre amigos y conocidos. Menciona que hay pequeñas cosas cotidianas que generan un choque inicial, cosas simples, como un humor diferente -"chistes que para mí no tenían gracia"- o su forma de relacionarse y vincularse con otros. Pero que a todo uno puede adaptarse y vivir en un lugar donde todo funciona y la gente que te cruzás puede decirte algo lindo sólo por el hecho de alegrarte el día. Escuchá su historia en este episodio de "Comodorenses por el Mundo", el podcast de ADNSUR.
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"Siempre fui una persona super arriesgada, no soy de planear mucho, voy más con el corazón", reconoce Natalia cuando recuerda que fue lo que la llevó a Estados Unidos: "Cuando termine la facultad mi pareja me dijo 'vamos a ver que onda', y le dije 'vamos', sin pensar mucho". Es que él ya había vivido en Estados Unidos.., de hecho, aunque es argentino, se crió en el país del norte. El destino hizo que se conocieran en Argentina cuando él viajó a visitar su país natal... el mismo destino que luego los llevó por caminos diferentes.
Aunque reconoce que es "super apegada con la familia", también confiesa que "a veces el amor te lleva a explorar otro rumbo". Si bien al principio encontró cierta resistencia, mencionó que su padre "confió una vez más en que soy arriesgada pero que de alguna manera siempre caigo parada"
Con su titulo de diseñadora gráfica bajo el brazo, Natalia sabía que en principio no iba ser simple conseguir un trabajo acorde a su formación. "Al principio uno viene con la visa de turista, trabajar no se puede porque si te descubren corres el riesgo que te deporten, esos primeros seis meses me dedique a turistear, aprender, a practicar el idioma, porque hasta que no estas de frente con alguien que habla inglés no rompes esa barrera".
"Cuando tuve mi visa de trabajo comencé a trabajar con una de las marketineras que había creado el Red Bull, tipo freelance, desde la casa, y después en un estudio de arquitectura", menciona, y relata el camino que hoy la llevó a formar parte de una agencia de publicidad.
Los choques culturales más grandes los tuvo con esas pequeñas cosas de todos los días: "no saludar con un beso, que no hay bidet, aprender que tomar mate es algo raro, que las cosas acá funcionan".
"El abrazo...el argentino llega y saluda con un beso... eso acá no existe....en ese momento me costaba mucho el tema del calor humano, el contacto físico, la gente es un poco más fria", cuenta, y al mismo tiempo valora que "lo que más me gusta es que la gente te dice cosas lindas porque sí, y te hicieron el día".
Si pudiera llevarse algo de Comodoro con ella en alguna visita, sería el aroma marino característico de esta ciudad, que quizás pasa desapercibido para sus habitantes al estar tan acostumbrados, pero que Natalia recuerda con nostalgia. "El olor cuando uno aterriza, ese aire de mar que sentís y te abre los pulmones, eso me llevaría para siempre porque el olor te conecta con tus raices. Acá he ido a distintas playas, pero ese airecito de mar tan puro es re único".
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🗺¿QUÉ ES "COMODORENSES POR EL MUNDO"?
"Comodorenses por el Mundo" es un podcast de ADNSUR, conducido por Rocío Barquín, que apunta a conocer cuál es la historia detrás de los comodorenses que decidieron continuar sus vidas lejos de esta ciudad.
Quien no escuchó la frase "Dios los cría y ellos se juntan"... Comodoro, la ciudad del viento, tiene su propia versión "Dios los cría y el viento los amontona". Pero no siempre. Hay comodorenses que eligen que el viento sea la fuerza impulsora que los desparrame por el mundo. Historias de decisiones, desafíos, propuestas, romances y aventuras.
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🎶 La playlist de Comodorenses por el Mundo ¿Qué escuchan los comodorenses que están viviendo en otros países? Eso les preguntamos a los protagonistas de cada episodio de este podcast de ADNSUR, y en esta lista están sus respuestas