Desde que se anunció en enero la emisión de los nuevos billetes de $10.000 en Argentina, el Banco Central (BCRA) ha estado preparándose para su circulación a fines de mayo. Sin embargo, se prevé que estos billetes tendrán un poder de compra casi un 30% menor al momento de su aprobación a principios de año.

A pesar de esta devaluación anticipada, la introducción de los nuevos billetes podría impactar en el mercado cambiario, facilitando la adquisición de dólares debido a la estabilidad reciente en los tipos de cambio paralelos. Incluso, con la inflación acumulada en el primer trimestre del 51,6%, el dólar "blue" se ha abaratado en comparación con fin de año.

El Banco Central también ha actualizado la tasa de Cuota Simple como parte de su estrategia financiera, mientras se espera la llegada de los billetes de $10.000 a los bancos para su distribución. Aunque la imagen final de los nuevos billetes aún no ha sido revelada, se estima que representarán una fracción insignificante de los más de $10.919 millones de billetes que actualmente están en circulación.

La incógnita persiste en cuanto a la cantidad exacta de billetes de $10.000 que se lanzarán al público, considerando que los billetes de $2.000, lanzados en mayo de 2023, constituyen solo el 6,3% del circulante tras varios meses en el mercado.

DEVALUACIÓN DE LOS BILLETES

El economista Federico Glustein proyecta una significativa devaluación de los nuevos billetes, estimando una pérdida de poder adquisitivo del 17% desde enero hasta fines de marzo, con perspectivas de un recorte del 30% para el próximo mes de mayo y un descenso entre el 65% y 70% para fin de año. Esta depreciación refleja la fuerte inflación que ha llevado a Argentina a tener la mayor tasa de incremento de precios en el mundo.

A pesar de la disminución en su valor real, los nuevos billetes podrían representar una oportunidad en términos de compra de dólares en un contexto de estabilidad cambiaria. Con la introducción del nuevo billete de $20.000 prevista para octubre, se anticipa una pérdida aún mayor de poder adquisitivo debido a las proyecciones de inflación para el año 2024.

La fuerte volatilidad económica en Argentina plantea un escenario desafiante para los nuevos billetes de alta denominación, que si bien podrían facilitar transacciones financieras, enfrentan el desafío de mantener su valor en un contexto inflacionario y cambiario complejo.

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